'Interior Sublime II': el alma pictórica de Carmen Ortega

Colores, formas, tamaños, materiales y técnicas le han servido a la pintora burgalesa Carmen Ortega como perfectos instrumentos para intentar captar su inquietud interior y darle forma a través de una amplia gama de colores, con la que busca hacer extensiva esta 'confesión' pictórica al público burgalés.

La sala de la FEC en el centro comercial Camino de la Plata ha sido el escenario elegido para acoger su nueva exposición titulada Interior Sublime II. Ésta supone así, el segundo capítulo de una aventura introspectiva que concluirá esta semana, y que Ortega comenzó en 2006 con un primer capítulo de esta muestra.

La artista confiesa que no sólo quiere que al público le guste su obra, «sino que logre atraparle de forma que crea intuir detrás de los colores o los trazos, todas esas figuras que yo he escondido», explicaba la pintora.

Figuras, rostros, cuerpos

Ortega afirma así, que en el contenido de las más de cien obras de diversos tamaños que configuran esta exposición, el espectador creerá hallar animales, rostros, cuerpos y figuras que también pueblan los sueños y el subconsciente de la autora.

«Y que efectivamente están ahí, ya que como tales forman parte de mis sueños, transformados aquí en pinturas con las que quiero hacer sentir algo similar a quienes las vean, pero siempre con una mirada abierta y desde la sensibilidad de cada uno», puntualizaba la artista.

También docente, esta apertura es la misma que Ortega propugna entre sus alumnos, a los que anima a buscar en la pintura -y en el arte en general-, algo más allá. Reprocha que la sociedad actual quizás esté demasiado acostumbrada a que se le dé todo demasiado fácil, «lo que nos está llevando a perder ese ansia de sorpresa». Algo a conservar en las nuevas generaciones sobre todo, «donde hay germen pero aún deben dejarse guiar un poco», remarcaba.

Pero insiste en que se trata de hacer del público un ser crítico, al que le pueda gustar una obra por su color, trazado o por lo que el espectador cree ver en ella, «pero que pueda comprender que si le gusta o no ,es por algo».

Para ello, Carmen Ortega no ha dudado en sumar al juego de las imágenes y las técnicas empleadas - acuarela, acrílico y técnica mixta-, la utilización de diversas formas al escoger el formato. Da así especial protagonismo en la exposición a sus originales obras en formato circular, en los que más de uno verá el peculiar homenaje de la autora a la Madre Tierra.

 En cuanto a la paleta de colores, Ortega reconoce no tener preferencias por ninguno -« ya que su uso depende de las necesidades de cada obra»-, a pesar de ser los amarillos y ocres los predominantes en Interior sublime II. Pero no duda tampoco en ceder espacio en detrimento de éstos, a trazos oscuros a través de granates y azules marinos, a modo de inquieto brochazo entre la tranquilidad onírica de los salmones, turquesas, rosas y pasteles. E incluso haciendo del soporte de las obras un blanco más.