El Museo del Libro Fadrique de Basilea abre el 23 de julio

A.S.R. / Burgos

23 de julio de 2010. La cuenta atrás ha comenzado para un nuevo equipamiento cultural en la capital burgalesa. El Museo del Libro Fadrique de Basilea, auspiciado por la Editorial Siloé, abrirá sus puertas en menos de un mes con entrada por El Hondillo. Un espacio que recorrerá la historia del libro a través de un recorrido cronológico que arrancará en las primeras manifestaciones escritas hace 20.000 años y terminará en el libro electrónico (e-book). Más de 200 piezas, originales y facsímiles, jalonarán este paseo, con una decidida apuesta por las nuevas tecnologías aplicadas a la museística.

Su director, Rodrigo Burgos, arropado por uno de los responsables del sello local, Juan José García, detallaba ayer a los medios de comunicación los contenidos de este nuevo centro y los guiaba en un paseo con la imaginación como compañía fundamental, pues al nuevo museo aún le faltan todos los contenidos.

La visita arranca en la cuarta planta con un viaje en el tiempo de 20.000 años para ver las primeras manifestaciones escritas. Continúa con un repaso por los códices medievales para adentrarse en el universo y las grandes posibilidades abiertas tras la invención de la imprenta. Termina en la época actual y el mundo futuro pintado por el cada vez más presente libro electrónico.

Especialmente sugerente se presenta la utilización de códigos BIDI en las cartelas -en inglés y castellano- que permiten la descarga automática de toda la información a través de una simple fotografía de móvil y atractivas parecen las animaciones en 3D con la historia de la imprenta, contada por el propio Fadrique de Basilea, desconocido impresor burgalés del siglo XV, el universo de la imprenta y el proceso de fabricación de un facsímil.

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, asistirá a esta inauguración. Un programa de actividades acompañará esta apertura. La exposición temporal Miniaturas del Libro de las Maravillas dará el pistoletazo de salida a una agenda que incluirá ciclos de conferencias, presentaciones de libros... Un programa abierto que se completará con una oferta educativa destinada a los colegios.

La entrada a este nuevo espacio costará entre 2 y 3 euros (gratis para los niños) y en breve se pondrá en marcha el carné de amigo del Museo del Libro para particulares y empresas con ventajas y descuentos en la compra de piezas. Y es que este museo, a diferencia de lo que ocurre con sus colegas, además de tener una tienda de productos promocionales pondrá todas sus obras a la venta. Será esa la manutención de este nuevo equipamiento que admite también mecenazgos.

La información puntual de todo lo que acontezca en el Museo del Libro Fadrique de Basilea se colgará en la web www.museofadriquedebasilea.com y en una pantalla que se instalará en la fachada de Santo Domingo para empezar la labor de promoción.Un recorrido de arriba a abajo

Orígenes. El recorrido cronológico arranca en la cuarta planta con las primeras manifestaciones escritas datadas hace 20.000 años. Los orígenes vienen representados por la escritura precuneiforme, cuneiforme, el volumen griego, el papiro egipcio, el códex romano... Réplicas de todos estos soportes y distintos estilos aparecerán aquí.

Edad Media. Un scriptorium recibirá al visitante en el tercer piso para guiarlo por una colección de códices miniados del siglo VI al XIV, con los Libros de Horas como frontera. La importancia de las miniaturas en este periodo propicia que este apartado se denomine La Edad Media miniada.

La imprenta. En la ciudad alemana de Maguncia nace Gutenberg en 1398. Cincuenta años después inventaría la imprenta de tipos móviles. Una revolución. La segunda planta mostrará la industrialización y diversificación del libro desde el siglo XV al XVIII. Volúmenes de naturaleza, botánica, zoología, alquimia, fábulas, geografía... ocuparán estas vitrinas. No faltará una mirada a la ilustración.

Siglo XIX y XX. La primera planta atenderá a los últimos años de vida del libro con especial atención al electrónico (e-book), «que hoy en día convive, y esperemos que por muchos años, con el de papel», dice el director del Fadrique de Basilea. Esta estancia también albergará las actividades de carácter temporal y el programa educativo que se pondrá en marcha.