Salvado de la quema... de momento

A.S.R. / Burgos

Tiró Moncloa de navaja e hirió de gravedad a la provincia. Necesarias carreteras proyectadas entraron en coma. Y como la sombra de la duda es alargada, la incertidumbre se apoderó del resto de equipamientos previstos por el Gobierno de Zapatero. Uno de los más importantes en la capital burgalesa es la ampliación del Museo de Burgos, donde Cultura prevé una inversión de 13,4 millones de euros hasta 2013. Esta actuación se ha salvado de la quema por lo menos de momento. La Subdelegación del Gobierno en Burgos confirmaba ayer que el Ministerio de González-Sinde mantiene sus planes, aunque, por otro lado, no garantizan que pueda seguir siendo así en los Presupuestos Generales de 2011. No en vano Madrid ya ha anunciado que los ajustes afectarán a todas las áreas ministeriales.

La actuación en el Museo de Burgos, de titularidad estatal y gestión autonómica, prevé el acondicionamiento del Cine Calatravas, la Residencia Nuestra Señora de Belén de las Madres Concepcionistas y la Casa Melgosa, adquiridas ya hace unos años, con el fin de aumentar los servicios y espacios de este centro y mejorar la conservación y exhibición de sus colecciones. Se sumarían a las casas Íñigo de Angulo y Miranda, donde ahora se concentra toda la oferta cultural, formativa...

Los presupuestos aprobados para 2010 ya incluían una partida de 300.000 euros para la redacción del proyecto. Un paso que está a expensas de unas modificaciones de tipo técnico en el último Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Un trámite al que se quita importancia desde la Subdelegación pero que retrasará el inicio de estas obras en la calle Miranda y Calera. «Hasta que esta parte administrativa no se solucione no se puede tomar ninguna determinación porque legalmente no se puede encargar el proyecto».

Y es que si las cosas de Palacio normalmente van despacio el ritmo se ralentiza aún más cuando se desenvuelven en épocas de vacas flacas como la actuales.

Unas estrecheces que hace seis meses estaban muy lejos de este equipamiento cultural. En marzo, la subdelegada del Gobierno, Berta Tricio, se mostraba muy segura de que la crisis económica no frenaría la carrera hacia adelante del Museo de Burgos. «Está muy bien valorado en el Ministerio de Cultura por la importante colección que guarda», decía entonces.

5.000 metros más

La actuación prevista en las calles Miranda y Calera duplicará la actual superficie del Museo de Burgos con 5.000 metros cuadrados más. Y son necesarios porque actualmente muchos de los fondos no se pueden exhibir. El ex director, Juan Carlos Elorza, y la nueva responsable, Marta Negro, así lo han hecho saber en numerosas ocasiones.

El proyecto museístico observa la habilitación de nuevas salas de exposición para dar mayor salida a la colección, un salón de actos con el que la proyección social del centro se incrementaría, salas de reunión y de estudio para los investigadores, talleres de restauración, almacenes y una nueva biblioteca, más grande que la actual, especializada en arqueología, arte e historia local y provincial, que ahora mismo tiene restringido el acceso a estudiosos. Estos, además, deben pedir cita para aliviar las incomodidades provocadas por la falta de espacio.

Igualmente se espera que esta cirugía global sirva para atraer más visitantes a este gran desconocido que ahora duerme a la sombra del cercano Museo de la Evolución Humana.