El teléfono no suena en La Parrala

A.S.R. / Burgos

El teléfono no suena en La Parrala. Y la línea sí funciona. Llevan casi dos meses esperando una llamada anunciada. La del concejal de Cultura, Diego Fernández Malvido, que se comprometió con la junta directiva del Centro de Creación Escénica a abordar una serie de problemas estructurales tras las fiestas de San Pedro. Bailaron los Gigantillos en Fuentes Blancas el domingo 4 de julio, pero el teléfono no ha sonado en el antiguo colegio de Parralillos.

Los representantes de La Parrala mantuvieron una reunión con el titular de Cultura del Ayuntamiento el pasado 22 de junio. Le solicitaban, entre otras cosas, una actuación de urgencia en la canalización de las aguas subterráneas para evitar inundaciones y la instalación de una puerta de emergencia en el actual salón de actos con el fin de impulsar una programación más continuada en esta sala y avivar así el barrio.

«Todo lo que nos han trasladado es razonable y son cosas que ya nos preocupaban», señalaba entonces Diego Fernández Malvido, quien declaraba igualmente que sería necesaria una coordinación entre distintas concejalías para llegar a buen puerto.

En La Parrala no entienden de estos contactos y lo único que tienen seguro es que ningún representante del Consistorio se ha dirigido a ellos y están a punto de cumplirse dos meses desde aquella promesa.

Aquel encuentro, fechado desde hace tiempo, se producía en un momento muy oportuno. Y es que una semana antes los cubos regresaban a estas instalaciones. La tremenda tromba de agua caída el día del Parral inundó algunas estancias. El destino quiso que la compañía Cal y Canto pasara por el centro y diera la voz de alarma. Se pusieron manos a la obra y los daños se tradujeron en pasillos intransitables; la llamada sala circular, de uso común, anegada por el agua que salía de los calefactores; el denominado almacén de gira con chorros a borbotones; y el gimnasio sudando a mares, tanto que necesitó la asistencia de varios cubos, que se mantuvieron durante días. Un suceso que obliga a La Parrala a cambiar una parte del suelo, que se había instalado hacía un año.

La misma reunión sirvió para poner sobre la mesa un viejo sueño de los teatreros como es la posibilidad de realizar una programación más continuada en la sala de usos múltiples. Para conseguirlo necesita unas medidas de seguridad, principalmente una puerta de emergencia de salida a la calle, que el edil de Cultura también se comprometió a abordar.

Los integrantes de La Parrala asumen la situación de crisis económica y piden una mínima atención a un espacio que, además de acoger el trabajo de 25 compañías aficionadas y profesionales, es un escenario abierto a la ciudad. De hecho este otoño se convertirá en nueva sede del programa Cultura en tu barrio del Instituto Municipal de Cultura (IMC) para animar la zona de Parralillos.

En la vieja estación

Durante el encuentro del pasado 22 de junio, Fernández Malvido expuso a los representantes de La Parrala la intención del Ayuntamiento de convertir la vieja estación de tren en una futura ciudad de las artes. El edil tendió la mano al colectivo. Le expuso la posibilidad de que esta instalación se tornara en el hogar de los grupos que ahora operan en la calle Las Infantas. Quería saber su opinión. Pero tampoco ha contactado con ellos para tratar este asunto.