El Correo de Burgos

El claustro alto de la Catedral ya nota el cambio de su fisonomía

Los andamios ocupan el ala oeste y esperan que Caja de Burgos pueda continuar el patrocinio

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

No hace falta que sus responsables lo digan para darse cuenta de que la Catedral de Burgos apura la recta final de su restauración. Un rápido paseo por su exterior y una fugaz visita por su interior lo dicen todo. Su tratamiento de belleza está a punto de concluir y el mayor escollo se encuentra en el claustro alto. Su rehabilitación, con el proyecto ya aprobado en su totalidad por la Junta, supone el último gran esfuerzo económico. Su presupuesto ronda los dos millones de euros. Una cifra de escándalo, difícil de afrontar de una tacada, y menos en los tiempos que corren, por lo que el Cabildo ha divido esta obra de envergadura en fases.

La primera ya está en marcha. Los andamios cubren totalmente el ala oeste. La segunda, que intervendrá en la panda sur, será la siguiente en entrar en quirófano. Y la tercera y cuarta, que comprende las crujías este y norte, se encuentran en un horizonte más lejano.

Una improvisada pared de madera impide el paso de los turistas al ala oeste del claustro alto. Allí se trabaja. CPA ya se ha puesto manos a la obra y el cambio se empieza a notar en las bóvedas. Uno de los arquitectos de la Seo, José Manuel Álvarez, explica que aquí, en el interior, la suciedad está menos agarrada que en el exterior.

La labor consiste esencialmente en la limpieza, con un procedimiento distinto si la piedra es policromada o no. Si no hay pintura se aplica microchorro con partículas de cera de vidrio. «No se hace con chorro de arena como muchos piensan, si no que ahora hay otros materiales como el que usamos nosotros que no dañan la piedra», aclara Álvarez. Mientras que en los elementos policromados todo se hace manual, con bisturí y disolventes.

Tras la limpieza, se procede al rejuntado, sustituyendo el cemento, muy usado en los años ochenta y que se ha demostrado que es malo para los muros, por mortero de cal, compatible con la piedra de Hontoria que domina en la basílica burgalesa.

Esta primera fase tiene un presupuesto de 500.000 euros, financiados por Caja de Burgos a través de un convenio firmado con la Diócesis desde hace más de veinte años, que la convierte en el mayor mecenas moderno del templo Patrimonio de la Humanidad con más de cuatro millones de euros invertidos sólo en la Catedral.

El cambio de modelo en la Obra Social de la entidad de ahorro tras su integración en el Grupo Banca Cívica ha obligado al Cabildo Metropolitano a presentar el proyecto de recuperación de la panda sur y exponerlo al voto de los clientes.

José Manuel Álvarez confía en la sensibilidad de los burgaleses hacia el patrimonio para sacar adelante esta segunda fase de restauración, con un presupuesto en torno a los 700.000 euros. Este ala sur requiere un mayor esfuerzo económico porque su riqueza escultórica también es mayor. Cuenta con sepulcros muy labrados y la policromía conservada es más abundante que en las otras crujías.

Álvarez camina paso a paso. Carga las tintas en esta cara y, de momento, no quiere pensar en las dos restantes: la norte y la este. La primera, la que da acceso a la sacristía y a la nave mayor, es la que menos inversión requiere al estar desnuda de elementos escultóricos. La cosa cambia en la segunda, que también necesita una importante acicaladura debido a la riqueza de las portadas de las capillas del Corpus Christi, Santa Catalina y San Juan Bautista, que acoge el Museo Catedralicio.

Puntadas con hilo

Aunque la culminación de la restauración de la Catedral está cerca, quedan flecos por coser. Y las puntadas se están dando. Hace quince días se firmaba un convenio con Caja Rural para el remozado de la capilla de La Anunciación. Su colindante, la de San Gregorio, ya está hilvanada y su reinauguración se espera para febrero. A estas obras de envergadura hay que añadir otras menos mediáticas, pero que también aportan su granito de arena al esplendor de la Seo como es el cambio de la iluminación, con el patrocinio de la Fundación Endesa a través de su convenio firmado con la Iglesia para mejorar la luz de sus templos en toda España.

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