El Correo de Burgos

¿Qué siente un espectador antes, durante y después de un concierto?

Íker Güemes contesta en el libro 'Crónicas de un oyente', que presenta mañana

-

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

A.S.R. / Burgos

Hablar de música es como pescar de arquitectura. Esta frase del guitarrista Frank Zappa es la elegida por Íker Güemes para abrir el preámbulo del volumen Crónicas de un oyente (Editorial Celya). Es consciente el autor de que no es la más adecuada para abrir un libro sobre música, pero le gustó. Escribe: «Desde el primer momento en que me topé con ella sentí su parte de verdad flotando entre tanta retranca y una reflexión rápida sobre la misma lleva de inmediato a una interpretación evidente: que la música es un fenómeno que se tiene que vivir (escuchando, interpretando y componiendo) y que hablar y escribir sobre ella es un puro absurdo».

A este absurdo se ha entregado con pasión el compositor y profesor de Música en Miranda de Ebro, además de residente en el Condado de Treviño. Tenía la costumbre de acudir a un recital y escribir sus reflexiones sobre la música escuchada. La afición dio un paso más y se convirtió en un libro. «Cuento lo que me pasa antes, durante y después de un concierto», indica Güemes.

Crónicas de un oyente no es un capricho, que también, sino que, con humildad, nace para animar al público a que se acerque a la música, lo coge de la mano y espanta el miedo: «Desmiente a la gente que piensa que la música es un arte selectivo. No es así. Lo es igual que plantarse delante de un cuadro de Rembrandt. Se trata de una actitud, de querer acercarse».

Él lo intenta poniendo palabras a 24 actuaciones, todas de clásica, salvo una de jazz. Pinceladas de historia musical, de estética, de crítica... componen estos cuadros, que, sobre todo, son muy íntimos. «Muestro lo que me gusta y lo que no, lo que me agrada y lo que no... Es una visión muy personal», admite y remarca que lo hace sin cortapisas, sin el acechante yugo de ser políticamente correcto con los colegas, aunque dominan las miradas positivas.

Especialmente orgulloso se siente de dos: el del Cuarteto Tákacs y Muzsikás con Márta Sebestyén, que él titula Por las tierras del Conde Drácula, «donde todo era muy feliz, muy divertido», y el de la Orquesta de Cámara de Australia, con el extravagante nombre de Entre las Antípodas y el espacio exterior (con el permiso del señor Schubert).

Pero si alguno es especial es el último. En él escribe sobre el estreno de una composición suya, en Balmaseda, su pueblo. Una crónica por la que pasean los escritores burgaleses Jorge Villalmanzo e Ignacio Galaz, que mañana arroparán al autor en la presentación de este libro. Tendrá lugar en la Sala Polisón del Teatro Principal (20  horas) y en ella también participarán los profesores José Manuel Marcos y Manuel Jurado y el jefe de Negociado de Enseñanzas Musicales del Gobierno de Navarra, Pablo Garay. Diego Galaz pondrá la banda sonora.

tracking