El Correo de Burgos

La danza contemporánea se deja llevar por los bailes de salón en 'City Club'

La compañía burgalesa Debla Danza estrena mañana su nuevo espectáculo

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

En el City Club vive el alma del famoso Kit kat klub de Cabaret, allí la atmósfera también tiene mucho de lujuriosa, de pendenciera y de pasional. El olor del humo largo y extrafino, el tintineo de los hielos en el güisqui, las señoritas de mirada sensual y caballeros de sombrero en pecho... El City Club se encuentra en alguna ciudad del viejo continente y es testigo de lo que ocurre en los felices años veinte o tal vez son los treinta, los cuarenta o los cincuenta. City Club es el nuevo espectáculo de la compañía burgalesa Debla Danza y se estrena mañana en Cultural Caja de Burgos de la avenida de Cantabria (20 horas, entrada: 6 euros).

Este nuevo montaje es un paso más en la trayectoria de este grupo con once años de historia en la escena local. Debla Danza se reta a sí misma con tres desafíos: la apuesta por dar un mayor protagonismo a la escenografía, el maridaje en las tablas de los bailes de salón, la danza contemporánea y una pincelada de jazz y una presencia más determinante del componente interpretativo.

«El espectador entrará en este local, con un aspecto retro, en el que van a suceder distintas situaciones con los pendencieros jugadores y las embaucadoras bailarinas que forman extrañas parejas dentro y fuera de la pista», comenta Sonia Marcos, una de las integrantes de la compañía, quien advierte ese giro hacia los bailes de salón, «que pide el propio lugar donde se desarrolla la acción».

Diez bailarines, cuatro chicos y seis chicas, se encargan de animar este City Club, una sucesión de lujuria y melancolía; de pasión y nostalgia; de noches de todo y días de nada...

Tras el estreno llegará la hora de la verdad para este nuevo montaje. Se expondrá a la dictadura del mercado, más tirano que nunca en estos últimos años. Marcos admite que ha habido un recorte de los presupuestos en las programaciones, sobre todo en las localidades más pequeñas, pero se felicita porque aprecia un mantenimiento en la oferta de las instituciones y entidades capitalinas.

«Nosotros también hemos tenido que adaptarnos a las circunstancias y bajar las condiciones para propiciar las contrataciones y continuar en contacto con el público», apunta la artista, quien, toca madera, señala que Debla Danza no ha acusado en exceso este momento de vacas flacas. Prueba de ello es que dos de sus anteriores piezas, Danzápolis y Lugares comunes, siguen en gira. De la primera ha perdido ya la cuenta de funciones que llevan desde su estreno en 2005 y por el mismo camino va la segunda, presentada por primera vez hace dos años.

«Nos da mucha alegría comprobar que nuestras propuestas tienen una vida larga y que se reconoce el esfuerzo de creación y producción que requieren», apunta Marcos, quien espera que este City Club también permanezca abierto mucho tiempo.Foto: Luis Antonio Barajas

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