El Correo de Burgos

El colectivo Vientos del sur recupera al Miguel Hernández agitador de almas

El centenario del poeta da sus últimos coletazos con el estreno de un montaje el viernes en la Polisón

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

El año 2010 ha sido el de Miguel Hernández. La celebración del centenario de su nacimiento ha puesto de actualidad al poeta de Orihuela. Doce meses que en el caso de Burgos serán más. El colectivo Vientos del sur mantiene su llama viva con el estreno del montaje Sólo Miguel el viernes en una, esta vez sí, remozada Sala Polisón del Teatro Principal (20.15 horas, entrada libre) y que, en principio, no se volverá a repetir. 

¿Qué cuenta Sólo Miguel? ¿Quién se esconde detrás de Vientos del sur? ¿Por qué ahora y no antes de que finalizara la efemérides hernandiana?

El Miguel Hernández que se enfundó el mono azul para arengar a las tropas, el agitador de conciencias, el que habló en nombre de la libertad entre los sacos terreros de las trincheras... Este Miguel Hernández es el protagonista de Sólo Miguel, que rescata cuatro pequeñas obras de teatro escritas para este fin: Las deslenguadas, El hambriento, El combatiente y Los sentados.

«Las cuatro piezas llevan el mismo mensaje, el de la resistencia y la lucha por una España mejor, el de la necesidad de moverse, de no quedarse parado para ver cómo se pierde lo conseguido, el de la urgencia por defender la libertad...», enumera Isabel Alonso, actriz de Anís Teatro, tertuliana de Caleidoscopio y erigida en portavoz de este proyecto.

La escenografía, apunta, es mínima: «No es la época de guerra tiempo de grandes decorados. No es necesario. Importan otros aspectos».

Unos motivos a los que darán vida intérpretes procedentes de distintas compañías. A escena saldrán Ana Molina e Isabel Alonso (Anís Teatro), Angélica Crespo y Manuel del Río (Aramburu Boscos), Belén Tovar, Gloria Óscar, Eduardo Totorica y Cristina Molinero.

Estos nombres propios son algunos de los que forman Vientos del sur, un colectivo nacido el año pasado con un único propósito: celebrar el centenario del nacimiento del autor de El rayo que no cesa. El Ateneo Popular Los Otros, la tertulia literaria Caleidoscopio, la revista El Perdigón, el grupo Anís Teatro y Espacio Tangente, además de colaboradores que arriman el hombro a nivel individual, integran este tótum revolútum «independiente, aficionado, autofinanciado» que ha conseguido su objetivo.

Ha logrado hacer más visible al vate a través de algunas acciones puntuales como la presentación del libro Miguel Hernández, memoria humana, del escritor segoviano Andrés Sorel, o las lecturas poéticas que salpicaron las jornadas de la última Feria del Libro y que sedujeron a espontáneos lectores en el Paseo del Espolón.

Y es que los versos del poeta que arrulló a su niño en la distancia con la estremecedora Nanas de la cebolla o que sintió el calor del amor entre las frías paredes de las prisiones son universales. Y, como señala Isabel Alonso, no es necesario que el calendario pinte en rojo para celebrarlos, para evocarlos. «Nunca es un mal momento para honrarle. No necesitamos excusas para recordar la poesía de un autor menospreciado en su momento, que sufrió mucho y que se merece esto y mucho más», sentencia la actriz segura de que hacen falta más agitadores de almas como lo fue aquel poeta pastor.El año comenzó con un congreso y terminó con más teatro

Burgos se ha sumado a la celebración del centenario de Miguel Hernández. No podía ser de otra manera. Lo ha hecho toda España. Aquí la fiesta comenzó entre legajos y concluyó sobre los escenarios. El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua se adelantó a todos los congresos con el suyo propio en el mes de febrero. Cuatro días en los que se examinó la figura del poeta de Orihuela en el Palacio de la Isla, residencia que fue de Franco, verdugo del vate. Se puso luz entonces sobre los aspectos más desconocidos de su biografía como su participación en las Misiones Pedagógicas, sus composiciones musicales, su intensa relación con el mundo del toro o la importancia de las cartas para reconstruir su vida. Precisamente esta labor ocupó a la compañía Atrefu el pasado 18 de diciembre, que llevó al Clunia Sino sangriento, el homenaje clandestino que Marcos Ana le realizó en el Penal de Burgos en 1960.

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