El Correo de Burgos

'Missa Solemnis', música de la casa para San Pedro

Alejandro Yagüe crea esta pieza por encargo del Orfeón Burgalés, empeñado en reivindicar a los compositores locales

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

«Existe una serie de músicos vivos, con los que nos encontramos por la calle, que están componiendo y estrenando obras a los que yo quiero prestar todo el apoyo». Juan Gabriel Martínez ha mantenido la palabra dada cuando se hizo cargo de la batuta del Orfeón Burgalés en 2007 y su apuesta por los compositores burgaleses es decidida. Hace un año, la centenaria agrupación encargó una pieza a Alejandro Yagüe y el viernes se materializaba la entrega de la Missa Solemnis, creada para ser interpretada en la liturgia de la misa del día grande de San Pedro en la Catedral.

Esta nueva partitura sustituirá a la Misa Pontificial número 2 de Lorenzo Perossi, cuya utilización, calcula Martínez sin datos fehacientes, podría remontarse a los últimos años de la década de los cincuenta o primeros de los sesenta, en la transición entre los directores Juan Ángel Quesada y Salvador Vega.

Adiós Perossi. Bienvenida Yagüe. «Missa Solemnis es una obra en seis partes, con textos que se vienen cantando tradicionalmente en las misas», expone el propio Yagüe, quien reconoce la dificultad de esta composición -Martínez, a su lado, da fe- pero confía en la calidad de voces del Orfeón.

Deberán afinarse para entonar una pieza «breve pero intensa» que consta de introducción (Ad altare dei introibo), Kyrie, Gloria, Sanctus cum benedictus, Agnus Dei y motete de Comunión. Dieciséis minutos para coro mixto y órgano, que no será un mero acompañamiento.

Dice el creador que, en su conjunto, Missa Solemnis desprende melodías nuevas y confía en que cuaje entre los feligreses burgaleses. «Pretendía hacer una cosa distinta a lo ya existente. Es una música actual, con nuevas sonoridades, nuevos timbres...», apostilla y reconoce que el timbre de la centenaria formación no es profesional y que el órgano de la Catedral no es el Cavaillé-Coll de la iglesia de La Merced. «Aunque el campo sonoro es fuera de lo común», sentencia y suaviza.

Encargos, cosa del pasado

Alejandro Yagüe aplaude la iniciativa del Orfeón Burgalés. La considera un respaldo a los creadores en un momento en el que no se apuesta por los encargos. Pone como ejemplo la ausencia de estrenos musicales de este tipo durante la Capitalidad Cultural Europea de Salamanca en 2002.

El compositor puede estar tranquilo porque la intención del Orfeón Burgalés es continuar con esta política. Juan Gabriel Martínez lo dejó bien claro después de catalogar de hecho histórico el encargo realizado a Alejandro Yagüe, el primero que la masa coral realiza en su historia a un autor que no sea director de la misma. «Será el primero, pero no el único. Pasado un tiempo, podemos encargar alguna otra composición», concluye la batuta ante el presidente de la asociación, Domingo Ortega, y convencido de la misión de agente cultural activo que debe tomar y más ante la aventura de la ciudad como Capital Cultural Europea en 2016.

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