Lección sobre la represión de los maestros republicanos

A.S.R. / Burgos

Camilo Domingo Manero, Simona Ríos Mena, Josefa Arregui Fernández, Nicolás Pérez Saiz-Terrones, Florentino Rodríguez, Valentín Moral Abad, Casilda Quintana Calzada, Inés Velasco Infantes... Son solo los nombres de algunos de los fusilados y represaliados durante la Guerra Civil en la provincia de Burgos. Todos tienen en común una vida entregada a la docencia truncada por la persecución franquista. La Fundación 27 de Marzo y el Ministerio de la Presidencia, en su labor por la recuperación de la memoria histórica, propiciaron el libro y la exposición Muerte y represión en el Magisterio de Castilla y León. El primero hace un año que está en las librerías y la segunda ocupa la sala del Teatro Principal hasta el 23 de octubre, tras haber pasado por León, Valladolid y Soria.

«Realmente es sorprendente la brutal represión sufrida en este sector. Aunque también hubo directores de instituto, rectores..., la mayoría eran insignes maestros de escuela en los medios rurales, que no se habían distinguido en nada, más que en dar clase a sus alumnos con arreglo a la normativa que existía, dictada por el ministro de Educación de la República», apunta el presidente de la Fundación 27 de Marzo, Fermín Carnero.

Recuerda que fue este colectivo el primer objetivo de los golpistas: «Había que eliminar este tipo de educación, basado en la institución libre de enseñanza, en las clases mixtas o en hacer a las personas más críticas, frente a la otra, de convento, de iglesia, de colegios religiosos donde la obediencia ciega y la sumisión predominaban por encima de avanzar sobre aspectos de mayor conocimiento».

Sesenta paneles con la represión sufrida en cada una de las nueve provincias castellano y leonesas articulan esta muestra, con una visión general de lo ocurrido, fotografías que lo ilustran y la lista con los maestros condenados por el franquismo.

Muerte y represión en el Magisterio de Castilla y León forma parte del empeño por recuperar la memoria histórica que ha unido a la Fundación 27 de Marzo y al Ministerio de Presidencia en otros dos proyectos -El valor de un juramento, con los militares leales a la República, y Voces olvidadas, sobre las personas de los pueblos a los que nadie nombra- y un tercero, sobre los campos de concentración y cárceles franquistas, que está a punto de ver la luz y que también incluye publicación y exposición.