El Correo de Burgos

FELICES CUENTAS

Las butacas no se quedan frías

Las programaciones culturales de Caja de Burgos y el Ayuntamiento aumentan el número de espectadores en 2011

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

Habemus público. El número de asistentes a los espectáculos programados por Caja de Burgos y por el Ayuntamiento, dos de los agentes culturales más activos de la ciudad, subió en 2011. Un 8% en el caso del primero y casi un 20%, en el del segundo si se observan las cifras del Teatro Principal, el primer auditorio municipal hasta la inauguración del Fórum Evolución. Los datos son los que son, los factores que las determinan, múltiples y varias las lecturas. El jefe de Gestión Cultural de la entidad de ahorro, Óscar Martínez, y el presidente del Instituto Municipal de Cultura (IMC), Fernando Gómez, las desgranan.

El optimismo es la bandera que ondea la entidad de ahorro en su agenda cultural este segundo trimestre del año. Con ella bien alto, sus responsables anunciaban el incremento del 8% de los espectadores a los montajes programados el año pasado llegando a los 40.000 (355.932 si se cuenta la asistencia a los actos en estos espacios organizados por otras entidades). Hay lugar para el regocijo.

«Percibimos que, como ocurre con los noviazgos, nos estamos consolidando: hay un público que sabe apreciar más lo que haces y tú cada vez te equivocas menos porque le conoces más. Pero todo ello desde la misma máxima que hemos venido manejando siempre: que no estamos para hacer el mismo tipo de programación que otras entidades y que tampoco vamos a rebajar el listón para tratar de atraer a más gente», expone Óscar Martínez, quien siempre tiene presente que trabajan bajo el paraguas de una Obra Social.

«Nuestro objetivo es el que la gente crezca o mejore, no el de que nosotros hagamos algo simplemente por el hecho de dar gusto a nuestra vanidad y decir que ha venido a acompañarnos más gente que el año pasado. Desde esa óptica somos optimistas: seguimos haciendo la programación en la que creemos, la que consideramos que aporta algo distinto, la que complementa al resto de operadores y la que dice cosas. Y estamos contentos si en ese camino vamos encontrando más público».

Para el optimismo también son las cifras que maneja el IMC. 81.272 suman los espectadores recibidos por el Teatro Principal (64.540), el Teatro Clunia (8.032) y la Casa de Cultura de Gamonal (8.700).

«Estos números vienen a decir que se ha constituido un público estable y fiel a las propuestas del IMC», resalta el concejal de Cultura, quien enumera otros factores de ese éxito: «Hay un acierto en la programación cultural, en la capacidad de traer cosas atractivas para el público, que se va consiguiendo con el rodaje y con los años, y, en segundo lugar, en 2011 hemos tenido el efecto de cinco musicales, que son los espectáculos que normalmente agradan a un público bastante grande, y, quizás, también hay un efecto crisis, en el que la gente deja de viajar el fin de semana, se queda en la ciudad y asiste a espectáculos que se organizan aquí».

Esos musicales aludidos engordan unas cuentas y adelgazan otras. Óscar Martínez observa que el número de público se resiente cuando estas grandes producciones se asoman al Teatro Principal. Su elevada entrada (entre los 20 y 50 euros) deja el bolsillo de la gente temblando para otras citas.

«Cuando el Ayuntamiento trae un musical a 35, 40 o 50 euros la localidad, el resto de programaciones se resiente porque al final el presupuesto que uno tiene para estas cosas es el que es. Por eso estamos en contacto con el IMC, vemos qué va a haber para encajar propuestas de forma que sean asequibles para todo el mundo», analiza el jefe de Gestión Cultural de Caja de Burgos.

No está de acuerdo con la apreciación el edil. «Son públicos objetivos bien diferentes. El que va a ver una obra de teatro como Crimen perfecto no es el mismo de un musical ni el del Escena Abierta o un concierto de la OSBu (Orquesta Sinfónica de Burgos)», argumenta Gómez y considera que, precisamente, el éxito del IMC está en «abrir mucho el abanico y ser capaz de programar para toda la ciudad». «Entendemos que no podemos fijarnos en un solo tipo de teatro o de música, sino que, dentro de la calidad, debemos programar para que todos los burgaleses, les guste los que les guste, puedan asistir a actos culturales orquestados por su Ayuntamiento».

Este mismo credo rezan en la Casa del Cordón, donde continúan haciendo equilibrios entre propuestas más populares y más minoritarias, espectáculos con entrada pagada y también gratuita, que, aprecia Martínez, tienen un público «hasta cierto punto» distinto. «Hay gente a la que no le gusta ir a actuaciones abiertas porque sabe que no las va a disfrutar con la misma tranquilidad que las de pago».

Las citas de acceso libre tienen el mismo tirón que siempre y entre las más exitosas con paso por taquilla están el ciclo de jazz, que se ha consolidado y ha recogido los fieles del difunto UBUJazz, y el teatro para bebés, escaso en las agendas.

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