Una despedida silenciosa

A.S.R. / Burgos

Ni un cartel que adorne la despedida definitiva, ni confeti en el suelo ni globos en el techo ni un luto simbólico. La Biblioteca Pública abandona el antiguo Colegio de San Juan de la Cruz, junto a Correos, como si la cosa no fuera con ella. Pasaban unos minutos de las 12.30 horas y nada hacía presagiar que era la última hora y media que estas dependencias iban a abrir al público. Solo el triste folio que desde hace un mes anuncia la mudanza. Ayer, todos los libros ocupaban sus estanterías, la hemeroteca volvía a colgar el cartel de completo, el microfilm estaba ocupado al igual que los ordenadores de acceso a internet y los trabajadores mantenían sus posiciones.

Solo en las conversaciones de los usuarios se notaba ese adiós. Eran muchos -y no solo ayer sino desde hace semanas- los que preguntaban por el traslado y lo que pasaba con las devoluciones. En la mayoría de los casos, las cuestiones se dejaban acompañar por una queja que no mitigaba saber que durante estos dos meses las cuatro bibliotecas municipales, más las de los centros cívicos, están abiertas, aunque hasta el 1 de agosto no lo hagan en su horario habitual (8.45 a 21 horas). Mañana y el martes solo atienden por la mañana (8.45 a 14.45 horas).

«¿Cerráis hoy? ¿Y tendréis ganas de salir de aquí?», preguntaba ayer uno de estos visitantes. «Bueno, nunca se sabe qué va a ser mejor», contestaba con cierta guasa una de las bibliotecarias en el lugar de préstamos. Una conversación pillada a vuela pluma porque el gabinete de prensa de la Junta, administración que gestiona este servicio aunque la titularidad sea estatal, ya advertía el viernes que no se harían declaraciones. Y así fue.

Lourdes es una habitual de la sección infantil. Trabaja con niños y este centro es su mayor proveedor. En sus estantes encuentra libros de juegos, cuentos, manualidades... Le fastidia la mudanza. A esta sede ya la tiene cogida la medida y sabe dónde encontrar lo que busca. Ahora tendrá que habituar a sus pasos a acudir a otras dependencias. Algo similar le pasaba a una señora que buscaba una novela de Javier Marías para las vacaciones, aunque confesaba que tampoco le causa un gran perjuicio porque sus visitas son muy ocasionales.

La Biblioteca Pública permanecerá cerrada dos meses. El tiempo estimado para hacer el traslado al nuevo inmueble de la plaza de San Juan, de donde salieron hace ocho años, cuando se decidió demoler la antigua Casa de Cultura y construir una nueva. La portada gótica, desmontada y reconstruida pieza a pieza, es el único vestigio del viejo inmueble.

De allí salió hacia unos locales situados en la calle Guardia Civil y el 17 de abril de 2006 llegó al número 3 de la calle Valladolid. Aquel primer día, su directora, Carmen Monje, que lo sigue siendo, no se pillaba los dedos y afirmaba que en cinco años volverían a su hogar. Y, aunque con un año de retraso sobre las fechas previstas, así lo harán.

Como preconizaba ayer uno de los ordenadores de búsqueda de las actuales dependencias: Fuera de servicio. Perdonen las molestias.