El Correo de Burgos

'Del Archivo al Museo' / Programa de promoción

Aventura entre originales y copias

El Archivo Municipal y el Fadrique de Basilea proponen visitas conjuntas para adultos. Inscripciones en el Ceas de San Pedro de la Fuente y en los cívicos

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

El Archivo Municipal y el Museo del Libro Fadrique de Basilea se dan la mano y se la tienden al público adulto para emprender una aventura por las entrañas de estos dos atractivos culturales, para descubrir los secretos de uno y otro, recorrer sus instalaciones, apreciar la importante labor de ambos y conocer la diferencia entre documentos originales y facsímiles. El programa Del Archivo al Museo se realizará hoy y los días 31 de octubre, 15 y 27 de noviembre y 12 de diciembre y los grupos se limitan a 20 personas. Las inscripciones, 2 euros por visitante, se tendrán que formular en el Ceas de San Pedro de la Fuente y en los centros cívicos de Río Vena, Capiscol, San Agustín y Gamonal Norte.

«Pretendemos que tomen en valor la importancia de la conservación de los documentos gráficos, así como de su conocimiento, y, por otro lado, el valor de los facsímiles que en este proyecto de difusión tienen mucho que ver», comenta el concejal de Cultura, Fernando Gómez, que presentó ayer esta oferta junto a los directores de ambos servicios, Milagros Moratinos y Rodrigo Burgos, respectivamente.

Uno de los atractivos de este programa es la posibilidad de comparar documentos originales y sus reproducciones. Y los visitantes lo podrán hacer con algunas piezas como la concesión de un mercado a la ciudad de Burgos por parte de los Reyes Católicos fechada en 1435. ¿Qué los diferencia? ¿Cómo se puede discernir uno del otro?

Además tendrán a escasos milímetros de sus manos otras piezas originales conservadas en Castilfalé como la Cédula real de Alfonso X sobre la construcción de las murallas (1276); un Privilegio rodado de Fernando IV otorgado a la villa de Pampliega (1297); o un expediente de construcción de la Casa del Mercurio en la Plaza Mayor del año 1907.

Mientras que en el Museo del Libro se acercarán a facsímiles como la Carta de arras del Cid, la Biblia Románica de Burgos, el Liber Chronicarum (historia de la creación del mundo hasta 1496), el del Libro de los Caballeros de Santiago, la Vida de San Lesmes, el Códex Calixtinus de la Universidad de Salamanca, El Bestiario de Juan de Austria...

Del Archivo al Museo nace con el ánimo de acercar el Archivo Municipal, también el Fadrique de Basilea, a un público más heterogéneo, sobre todo el primero, con un perfil de usuario más limitado. Hasta ahora los mayores y los niños eran los más mimados. Los primeros, a través de las Aulas María Zambrano, con el taller Un fantasma en el Archivo, teatro de marionetas que luego muestran a los escolares. Y estos con un sinfín de propuestas dentro del programa municipal educativo La ciudad abre sus puertas (antes La ciudad también enseña) como Alerta meones, El archivo para todos, Burgos con el agua al cuello, ¡Viva el Carnaval!, Asesinato en la Catedral, El día que yo nací...

Búsqueda frustrada de un depósito intermedio / La digitalización de documentos se presume como solución temporal

La búsqueda de un depósito intermedio para liberar al Archivo Municipal de documentación hace tiempo que se convirtió en un culebrón. Los capítulos se vienen sucediendo desde hace cuatro años cuando se hacía pública esta necesidad, aunque la película se había empezado a rodar antes, y el final no se vislumbra. Aunque las partes contratantes hablan de urgencia desde entonces, nada nuevo hay bajo el sol. Ningún local municipal reúne los requisitos para albergar la ingente cantidad de papel. Y solo una posible solución temporal aparece en lontananza y pasa por un archivo electrónico.

La directora, Milagros Moratinos, explicaba ayer que están estudiando esta alternativa. «Afectaría no solo a los documentos generados electrónicamente por el Ayuntamiento sino también a otros a través de una digitalización certificada. Así se podrían eliminar papeles que no son de custodia permanente pero sí con información que conviene conservar por su importancia», expone la responsable, quien señala que están hablando con distintas empresas para ver cómo se puede llevar a cabo.

No sería, sin embargo, la panacea. «Sería algo paralelo a la creación de un archivo intermedio y a la deseada ampliación en el solar de al lado de la sede actual», añade Moratinos.

Y dice al respecto el concejal de Cultura, Fernando Gómez: «Es complicado por la perspectiva económica. Está claro que hay una voluntad de hacerlo, pero todos saben cuál es la situación y el elemento de prudencia que debemos tener las administraciones públicas en cuanto a los presupuestos en estos momentos».

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