El Correo de Burgos

ARTE

México celebra la liturgia de piedra de Alberto Bañuelos

Más de 83.000 visitantes contemplan la obra del burgalés, el primer europeo que expone en el Antropológico

-

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

En:

M.A. VERGAZ / Valladolid

«¡Qué Dios le bendiga!». Este es uno de los cientos de mensajes escritos por el público en una pared de pizarra destinada a tal fin en la entrada de la Sala 1 del Museo Nacional de Antropología de México (MNA). Su autor o autora es anónimo. Su destinatario confiesa «sentirse abrumado» ante docenas de misivas como la anterior. Unas cálidas muestras de cariño que han desarmado a un lobo solitario y castellano como él y le han hecho «derramar lágrimas».

Se trata del escultor burgalés Alberto Bañuelos (1949), el último premio Castilla y León de las Artes, cuya exposición La liturgia de las piedras ha recibido, entre el 22 de octubre y el primero de enero, 83.000 visitantes, una media que dobla las otras exposiciones de fondos propios del principal centro del arte mexicano.

Según reconoció la dirección del MNA en un comunicado que fue reflejado en los principales diarios mexicanos a principios de este mes, el número de visitas del Museo aumentó hasta un 20% en 2012 respecto a 2011 y sirvió para conseguir 2.117.303.

Como una de las razones para este incremento aportan el éxito de las exposiciones temporales abiertas a finales de octubre La sociedad y el tiempo maya (que hasta el momento cuenta 42.000 visitantes) y, sobre todo, La Liturgia de las piedras, de Alberto Bañuelos, con 83.000 espectadores, diez mil de ellos antes de una semana de la inauguración.

La dirección del MNA tiene motivos para la satisfacción. Cofre del tesoro del riquísimo legado de la cultura mexicana, sus majestuosas salas para muestras temporales siempre han sido cortejadas por los más diversos artistas contemporáneos (hasta Andy Warhol suplicó en su día) y, salvo en casos muy puntuales, la respuesta ha sido negativa. De hecho, Bañuelos es el primer artista europeo vivo que entra en ese santuario.

El burgalés logró esa ansiada plaza sin pretenderlo. En el año 2009 el IVAM programó La liturgia de las piedras, la mayor exposición que hasta ese momento encaraba el artista. En ella plasmó su más intensa madurez: un estilo personalísimo, de telúrica fuerza, con diferentes mármoles y piedras que él tenía a gala trabajar en solitario, logrando delicadas texturas en su exterior y audaces incisiones «en busca de su corazón».

Diana Magaloni Kerpel, directora del MNA, fue una de las visitantes de la muestra y descubrió la sorprendente afinidad entre el lenguaje de Bañuelos y el legado en piedra de las culturas mesoamericanas. Ella misma, junto con Rafael Sierra, asumió comisariar una nueva edición de La liturgia… pensada para el Antropológico de México y respaldada por la Junta de Castilla y León. Esto aparejaba la creación de nuevas piezas que obligaron a Bañuelos a acelerar al límite su ritmo de producción. «Ha sido como un parto», explica el escultor. «Llevo seis meses sin trabajar de puro agotamiento. Pero, al ver la reacción del público, viene, como tras un parto, orgullo y felicidad».

============TIT EM2 OCIO ARRIBA-ABAJO(29063722)============

LA SERPIENTE DE ALABASTRO

============TEX APOYO EM2 OCIO FLECHA(29063721)============

130 obras. En contraste con piezas o reproducciones del patrimonio mexicano, 130 obras de Bañuelos conforman un diálogo entre el pasado y la contemporaneidad. Su montaje fue un trabajo agotador, ya que algunas pesan dos o tres mil kilos y en la sala, a veces, se elevan como nubes. Del gusto del autor es una serie de grandes piezas de alabastro que parecen reptar por el suelo y la pared «como una serpiente mexicana».Respaldo crítico y aclamación popular

«Felicidades, excelente trabajo», escriben la maestra Marcela y sus alumnas. «Espíritu de piedra», señala un anónimo. «Deleite a los ojos y tentación al tacto», añade uno más. Estos son algunos de los mensajes que el público ha dirigido a Alberto Bañuelos en una extensa pizarra situada a la entrada de la Sala 1 de Culturas Indígenas del Museo Antropológico Nacional de México. «Ellos han visto lo que yo no veía», asegura el escultor burgalés. «Tengo un montón de referencias, sí, que va desde lo egipcio a lo azteca pero, sobre todo, instinto y trabajo en soledad y, por eso, he tenido siempre mucho miedo de haber perdido el contacto con la gente. Pero no, he tocado una fibra colectiva y ellos me han tocado a mí». Del respaldo crítico no ha podido dudar. En el texto que introduce a la exposición, El silencio mineral interrumpido, Kerpel relaciona la obra de Bañuelos con los artistas olmecas y la estética mesoamericana y le da el valor de transformar la piedra «en carne con vida propia». «Llegas a los lugares cuando te toca llegar», decía Bañuelos en cuanto a la evolución de su estilo. Frase que podía ser igual de válida para el acercamiento al público. Bañuelos ha llegado a México.

tracking