El Correo de Burgos

Llegan a Burgos obras de Miró casi inéditas

30 obras de la última fase creativa del artista completan ‘Miró último’. Los 300 metros del Belen del Retes se instalarán en la primera planta del Fórum

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Burgos

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MARTA CASADO / Burgos

La sala de exposiciones Valentín Palencia de la Catedral será el escenario en el que se despliegue una reunión de las obras de la última fase creativa de Joan Miró. El Reina Sofía en colaboración con la Fundación Silos acerca a Burgos una muestra retrospectiva de los últimos 20 años de creación del artista catalán resumidos en Miró último (1963-1983. La experiencia de mirar. Una exposición en la que se han seleccionado 30 obras de los fondos de las colecciones del Museo Centro de Arte Reina Sofía. Burgos será el único destino en España donde se pueda comprobar este torrente creativo en 14 pinturas y 16 esculturas (lista de obras en la página 31).

Además de las piezas donde se muestran las relaciones entre las dos técnicas artísticas a modo de diálogo formal y poético entre ambas disciplinas, también se proyectarán dos películas de Pere Portabella. El director catalán mantuvo una estrecha relación con Miró. Grabó tres cortometrajes con el autor. Entre ellos destaca Miró, L’Altre, 1969, rodado con motivo de la exposición realizada por el Colegio de Arquitectos de Barcelona aquel año donde se ve al artista en plena acción creativa. También figura Miró, la Forja, de 1973, donde se conoce al Miró escultor en pleno proceso de fundición. Fue un encargo de la galería francesa Maeght.  

Esta muestra está comisariada por Carmen Fernández Aparicio y Belén Galán grandes conocedoras de la obra del genial artista catalán. En la selección de piezas se ha querido trasladar la transformación del arte que Miró había hecho hasta entonces. El artista se traslada a su nuevo estudio en Son Abrines (Mallorca) donde convive su espacio de vivienda con el taller. Esto le ayuda a revisar y definir de forma permanente y directa su obra. Allí inició una relectura de su propia experiencia plástica que generó la jerarquización de los signos artísticos y una búsqueda de la absoluta libertad expresiva en dos y tres dimensiones. «En su búsqueda por trascender la idea del cuadro de caballete, el espacio pictórico se amplió en unos lienzos de campo expandidos, cuyos signos caligráficos alcanzaron mayor intensidad con los mismos recursos, reflejando el interés del artista por alcanzar un grado cero de la pintura a través del despojamiento y el vacío», reflejan desde el Reina Sofía.Más información en Edición Impresa.

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