El viaje al origen de Cronómetrobudú

A.S.R. / BurgosCronómetrobudú viaja hasta el origen. El grupo encuentra en la cultura sumeria la primera referencia al concepto de libertad y la recogen como la primera piedra, la que da nombre a su nuevo disco, Ama Gi. El lanzamiento es hoy y el estreno el 22 de noviembre en El Hangar.Ama Gi es el quinto trabajo de la banda de Melgar. Aparece tras el exitoso El número plateado, Mejor Álbum Metal en los Premios de la Música Independiente. Una importante responsabilidad, que, sin embargo, ellos no han sentido. Al contrario. «Entramos en el estudio con mucha tranquilidad después del anterior, que surgió tras cambios muy importantes en el grupo y que grabamos con mucha presión», comenta Javier Castro, voz y letrista.Cronómetrobudú mantiene una vez más el equilibrio entre su seña de identidad como conjunto, una base rock metal, y una mirada abierta a cualquier influencia. Flamenco, jazz, rap, música clásica y sonidos orientales se cuelan en las doce canciones que recorren este trabajo y que le aportan una frescura buscada. Esta apuesta por una renovación continua es el reflejo de su libertad.«Es la ventaja de no estar atado a un estilo o una tendencia. Pruebas muchas cosas diferentes sin ningún miedo y si ves que puede funcionar tiras adelante», anota.Se lo han pasado bien con las melodías y también con las letras. El letrista admite variedad en ellas, pero contempla un mensaje general de «superación y positivismo» que refleja, dice, un momento muy bonito de su vida. Un optimismo que es un revolcón también para la situación gris actual. «Sin ser ingenuos, necesitamos agarrarnos a todo lo bueno que tenemos, que es mucho. El panorama es complicado pero peleando se sale adelante», apuesta.Y esta idea se repite. Si el zoom se detiene en las letras....Lo que siento es todo lo que tengo, lo que tengo es cuanto quiero, lo que quiero es comenzar de cero... (De cero) «Cada nuevo disco supone empezar de cero. Es un reto».Vengo de Sumeria con cuentos y leyendas de destruir Babel, mientras siento mi aliento, hoy te lo prometo, tengo nada que temer... (Ama Gi). «El leitmotiv del álbum se basa en Sumeria. Ahí surgió nuestra civilización y al final da la sensación de que no hemos avanzado tanto. Las emociones humanas y lo que mueve el mundo siguen siendo lo mismo. Quizás es un buen momento para desaprender y agarrarnos a lo bueno».Somos huracanes, somos pasión, por qué no gritar juntos a una voz. Deja que tu voz se una a la de él, nos lo debemos intentar creer... (Codo a codo). «Fue una letra muy complicada para mí porque no quería caer en el populismo. Me daba miedo aprovecharme de la situación, pero yo estuve en Madrid en la Puerta del Sol en una de las manifestaciones del 15 M y fue emocionante. Supe que tenía que hacer una canción. Es mi visión, sin querer dar lecciones, es algo sincero».... Y hasta una letra en japonés (Zerosán (03)). «Viajé a Japón y me enamoré del país. No sé japonés pero aprendí cuatro cosillas y, entre risas, me propuse escribir una canción. Con mi amigo Satoru Iwasaki y durante tres meses, vía Skype, conexión Melgar-Tokio, lo sacamos adelante. Es una de las cosas más bonitas que he hecho en la música», confiesa sobre este tema que habla del espíritu luchador de Tokio, que se levanta una y otra vez a pesar de las adversidades.Tras desgranar estas doce historias en El Hangar, Cronómetrobudú saltará a la Sala Live de Madrid el viernes 29 de noviembre y el próximo año, cruzan los dedos para que nada se lo chafe como les pasó con El número plateado, iniciarán una gira internacional.Castro tiene claro que el futuro está fuera de España, como el de un ingeniero o un enfermero. Miran, sobre todo, a Latinoamérica. «No queremos alimentar una industria que se come las ilusiones de grupos como nosotros», enfatiza el cantante, que también dirige el vídeo single de Soy yo, David, que se regodea en ese mensaje luchador: Para vencer debes creer, atadme al mástil, sirenas cantad si queréis, no tengo miedo...