El Correo de Burgos

Protagonistas con la pluma, heroínas en las historias

El Museo del Libro analiza la historia de la literatura con participación femenina en una exposición on line para celebrar el día de la mujer

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Burgos

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MARTA CASADO / Burgos

La mujer ha estado siempre presente en la literatura y no con un papel secundario. Es la protagonista de narraciones que reflejan su particular universo a lo largo de la historia desde Medea hasta la heroína que protagoniza la trilogía de Los juegos del hambre. El Museo del Libro dedica a estas mujeres de ficción su segunda exposición online. Bajo el título de Librescas repasa la trayectoria de diez personajes literarios procedentes de diferentes obras de la literatura universal. Cada día se ha dedicado a una protagonista y su historia se relata a través de todos los perfiles on line de la instalación (la web www.museofdb.es y sus cuentas en Facebook, Twitter e Instagram).

La relación arranca con Medea personaje mitológico griego con el que Eurípides presenta a una mujer formidable, sabia, hábil y luchadora que protege a los suyos ante todo posible mal. De un personaje del siglo V a.C. a otro de las Las mil y una noches. Sherezade fue elegida mujer del sultán en el siglo XV. Los relatos que nutren este libro son aquellos que Sherezade contaba para entretener al sultán que acostumbraba a matar a su esposa el día después de la boda. No sólo salvó su vida sino que moldeó el carácter violento de Shahriar. Shakespeare ideó el personaje femenino romántico por excelencia, Julieta, que se enfrenta a todos por su amor por Romeo, de un clan familiar rival. En la literatura clásica no puede faltar el Quijote donde Dulcinea del Toboso era el origen de toda la peripecia del ingenioso hidalgo. Aunque la mujer sólo existía en su imaginación. La realidad la aportaba Sancho. En el siglo XIX la escritora Jane Austen tomó la pluma con maestría y éxito y diseñó un personaje diferente. Lizzi Bennet representa en Orgullo y prejuicio la coherencia, el coraje y la inteligencia frente a la sociedad que la rodea tan desconsiderada con las de su género. Otra escritora, Charlotte Brönte, revolucionó la literatura de mediados del siglo XIX con Jane Eyre. Una heroína que busca independencia y ser dueña de su propio destino y no el fin último de toda mujer en aquel tiempo: lograr un buen matrimonio. En la misma línea se presentó en 1868  Jo, protagonista de Mujercitas de Luisa May Alcott. Más escandaloso es el personaje de León Tolstoi Ana Karenina. Una mujer con una posición acomodada, casada que abandona todo por amor. Retrato de una sociedad aristocrática marcada por los convencionalismos. En el siglo XX quien puso palabras de realidad sobre el genocidio nazi y la segunda guerra mundial fue Ana Frank. Su diario retrata el encierro de su familia judía durante la ocupación de Holanda. Un ejemplo de que la literatura ayuda a conocer la realidad del momento. Un personaje ya del siglo XXI es Katniss. La protagonista de los Juegos del Hambre es un claro ejemplo de heroína moderna que se rebela en contra de la injusticia y la opresión. Más información en edición impresa

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