El Correo de Burgos

Pliegues y destreza para hacer arte con el papel

El Museo del Libro acogió una exhibición y talleres de la Escuela Museo Origami de Zaragoza. En esta ocasión la hoja no se escribe ni encuaderna, solo se dobla para crear

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Burgos

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MARTA CASADO / Burgos

Figuras de animales se agolpaban en una mesa. Cuartillas de papel de colores en otra. Y un grupo de chavales con ganas de aprender. Ese era el escenario que vestía la primera planta del Museo del Libro Fadrique de Basilea que fue tomada por un día por los expertos de la Escuela Museo Origami de Zaragoza (EMOZ. Es el primer museo europeo de este arte que se puso en marcha el pasado 18 de diciembre en el edificio Centro de Historias en la capital aragonesa. Desde entonces y hasta hoy ya suman 10.000 visitas muchas de ellas de diferentes países. El interés en el dominio de la escultura en papel es evidente.

El museo de Zaragoza permite mostrar la ingente colección de piezas que tiene en su poder el Grupo Zaragozano de Papiroflexia que «es el más antiguo del mundo porque nadie ha podido demostrar la existencia de otro antes de los 40», afirma el presidente de la Escuela Museo de Origami de Zaragoza, Luis Fernando Jiménez Marco. Entre las figuras que exponen hay piezas cedidas por el padre del arte de la papiroflexia moderna con toques filosóficos como Akira Yoshizawa, pero también el legado del francés Eric Joisel que cedió sus obras, algunas muy complejas, a esta instalación. En el museo pueden explicar la historia de esta disciplina que busca sacar el máximo partido al papel gracias, exclusivamente al plegado. «Tratamos de utilizar solo papel, no se puede  usar ni pintura, ni barnices, no se puede cortar y utilizar pegamento», reconoce Jiménez. En el Museo del Libro el EMOZ demostró que el papel puede utilizarse para mucho más que imprimir tinta o escribir palabras, algo en lo que está especializada la instalación del Hondillo. Después serán los monitores burgaleses los que demostrarán en el museo zaragozano talleres que se imparten en el Museo del Libro. Un acto de hermanamiento que se cerró con la organización de dos talleres que ayer contaron con la aceptación de mayores y pequeños.

Mientras tanto en el museo de Zaragoza esperan contar con un espacio especial. «Buscamos tener una zona de fabricado de papel para que la gente pueda fabricarse el que necesita y realizar sus proyectos porque algo que se aprende pronto es que cada figura requiere su propio papel», puntualizaba Luis Fernando Jiménez antes de ponerse a plegar una cuartilla de color blanco.

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