Dos payasos burgaleses arrancan risas en Palestina

Dijo Mark Twain que la raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz que es la risa y Payasos Sin Fronteras sabe bien lo que se dijo el escritor estadounidense. La ONG lleva más de veinte años llevándola a los territorios más conflictivos del planeta y en muchas de esas expediciones han participado los teatreros burgaleses. Dos, Javier Ariza y Quique Méndez, junto a Rubén Río y Beatriz Garrido, se encuentran desde el pasado 19 de mayo en Palestina (Cisjordania), donde permanecerán hasta el 3 de junio con la misión de arrancar risas y carcajadas en los niños de diferentes campos de refugiados y localidades palestinas así como en asentamientos de población beduina.El grupo realizará entre 2 y 3 actuaciones diarias en las que se prevé atender a más de 5.000 pequeños. Tanto Javier Ariza como Quique Méndez saben lo que es actuar ante estos pequeños, que se encuentran en medio de una fuerte inestabilidad política y social.«Nacer y crecer refugiado palestino en Oriente Medio supone presenciar la violencia, vivir bajo ocupación, sufrir pérdidas... con un impacto muy negativo en su desarrollo. A pesar de los esfuerzos de la sociedad civil y organizaciones internacionales, los niños necesitan apoyo emocional que les ayude a establecer mecanismos para poder superar las situaciones de estrés y angustia», dicen desde Payasos Sin Fronteras, que los entrega la risa para conseguirlo.«Cuando aparecen los payasos, el espacio del campo de refugiados donde actúan se transforma en ágora de divertimento, en lugar de intercambio intergeneracional entre pequeños y grandes donde lo único que importa es relajarse y disfrutar del espectáculo», observan.