Un festival, más que nunca, de escándalo

A.S.R. / BurgosEl Sonorama Ribera 17 se quitó la pulsera de madrugada con una sonrisa de oreja a oreja, beodo de satisfacción por haber reventado su propio techo. El festival arandino ha superado sus propias expectativas y nadie sabe dónde está su límite.«Ni siquiera nos habíamos imaginado que pudiéramos llegar a ver esto. Cada año decimos lo mismo, intentamos que esto tenga un punto de equilibrio, pero no hay manera de conseguirlo, no deja de sorprendernos, ha habido más gente que nunca. Han sido cuatro días intensísimos», suelta el director del festival, Javier Ajenjo, minutos antes de empezar la última jornada, con Duncan Dhu, Cut Copy o Nacho Vegas, entre otros, y a horas de cerrar una edición, más que nunca, de escándalo.Lo son las cifras con en torno a 45.000 asistentes en los cuatro días, los 8.000 bonos puestos a la venta agotados, incremento de las entradas de día y más de 16.000 personas metidas en una sola noche, la de Raphael, que salió como no habían ni soñado.«Llevábamos meses y meses imaginándolo pero nadie había estado cerca de lo que fue. Desde el primer paso en el escenario resolvió todas las dudas. Fue espectacular. Ha sido un honor tenerle. Su presencia ha dado una nueva vuelta de tuerca a la manera de ver las cosas por parte de él y nuestra», comenta el responsable, quien llama la atención sobre la proyección mediática que ha supuesto la presencia del cantante de Linares.No solo este éxito era impredecible, también el de la masiva participación en los conciertos de la plaza del Trigo. Las estampas de este año los han dejado sin palabras.«Ha sido muchísimo más que nunca. Antes venían al recinto, acampaban y muchos no bajaban a Aranda, pero el boca a boca y el importante reclamo del festival diurno hacen que cada vez más gente se acerque al centro y disfrute del lechazo, de los vinos de la Ribera del Duero y seguro que alguno se ha escapado a ver Las Edades del Hombre. Todo ha sido sumar», recalca Ajenjo, quien predice escenario principal, porque así lo pidió el público, para Sexy Zebras, Perro o Correos.«Es importante que todas las bandas se den cuenta de la oportunidad», anota y observa que no solo se encuentra en el Trigo, sino también en la Sal, en el camping o en los otros escenarios. «Esto es una piscina olímpica, hay diferentes trampolines y hay que atreverse desde los más pequeños a los más grandes. Eso es Sonorama».