El idilio que inspiró ríos de tinta

El romance que el rey Alfonso VIII vivió con una judía de Toledo, a la que Lope de Vega dará el nombre de Raquel, una pasión que le llevó a encerrarse siete años en el palacio toledano de La Galiana desatendiendo sus obligaciones como monarca y esposo y, después, a expiar su pecado con la construcción del Monasterio de Las Huelgas, marca el congreso Alfonso VIII en la literatura, que se celebrará el 30 y 31 de octubre en la Universidad de Burgos y el Palacio de la Isla y tendrá entrada libre.

Nueve profesores seguirán los pasos del monarca en las letras españolas tanto del Siglo de Oro como de la creación actual. Y es que aunque han pasado ochocientos años desde su muerte, el idilio sigue dando mucho que hablar.

El director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Gonzalo Santonja, que presentó ayer las jornadas junto al concejal de Cultura, Fernando Gómez, y el vicerrector de la UBU, René Payo, llama la atención sobre este curioso episodio que da al rey un papel en la creación literaria y propicia el nacimiento de un mito, el de la judía de Toledo, alumbrado por los autores del Siglo de Oro a raíz de «una mencioncita» en la primera Crónica General de España, que mandó escribir Alfonso X El Sabio, tres líneas que hablan de los siete años que Alfonso VIII moró en la judería de Toledo, donde perdió su tiempo, y que, arrepentido, mandó construir Las Huelgas.

A partir de ahí, la imaginación de Lope de Vega, Juan Bautista Diamante y otros dramaturgos se genera un mito literario que aún hoy alimenta a escritores como Jesús Sánchez Adalid o Gonzalo Giner.

¿Por qué ese atractivo? «Porque los hombres y las mujeres nos seguimos enamorando y estando en las manos de las pasiones», observa Santonja, que considera abrumador «la potencia que tiene la literatura para que de un suceso en principio nimio, y en cualquier caso particular, nazca todo esto».

La huella de todo esto se rastreará en el congreso con la guía de nueve profesores universitarios, especialistas de centros de toda España como la Complutense de Madrid, la de Castilla La Mancha, Navarra y también la UBU, con la participación de María Luis Lobato, que encabeza el grupo de investigación del teatro de Siglo de Oro, y Pedro Ojeda, al frente del que estudia el Romanticismo español.

El encuentro no se quedará ahí. El director del Instituto de la Lengua adelantó ayer que su idea es completarlo con sendas reediciones de La judía de Toledo, de Lope de Vega, y de La desgraciada Raquel, de Mira de Amescua.