El Correo de Burgos

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Los académicos vuelven a palacio

La solemnidad y la lluvia ambientan la apertura de curso de la Fernán González, que dio la bienvenida a Delibes de Castro y Giménez Rico y escuchó a Isaac Rilova

López Gómez, Giménez Rico, Delibes de Castro y Rico, de i. a d.-Raúl Ochoa

López Gómez, Giménez Rico, Delibes de Castro y Rico, de i. a d.-Raúl Ochoa

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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Dice Giménez Rico que la cosa no está para hacer películas, que ni se plantea llevar a la gran pantalla la experiencia de ser académico de la Fernán González, pero, a pesar de las agoreras sensaciones del cineasta, el decimonónico palacio de la Diputación sí se prestaba anoche a ser escenario de un filme, quizás más de Garci.

A la apertura de curso de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes no le faltaba ningún elemento para saltar a la cartelera. Tenía la lluvia de una clásica tarde otoñal, la escalinata de mármol y el impresionante mural de Vela Zanetti para un plano largo, los sillones de terciopelo y las lámparas de araña para uno corto, un salón de estrados repleto de público y los académicos, todos con la medalla que los acredita como tales, como actores.

Desde ayer se sumaron al reparto dos nombres más, y de relumbrón: el citado director de cine Antonio Giménez Rico, como académico honorario, y el arqueólogo Germán Delibes de Castro, como correspondiente. Faltó Joaquín Criado Costa, presidente de la Academia de las Artes y Letras de Córdoba, a quien también se le reconocía con este título por sus trabajos sobre el compositor y musicólogo burgalés Domingo Lázaro.

Recogieron los diplomas de manos del director, José Manuel López Gómez, y del presidente de la Diputación, César Rico. Pero el protagonista en la cinta de ayer fue el académico Isaac Rilova, que interpretó un monólogo sobre la perspectiva político-institucional de la Diputación en la Segunda República y en la Guerra Civil.

Sin saltarse ni una línea del guion y sin repetir ninguna toma, la Fernán González estrenó un nuevo curso. Una tarde parda y fría / de invierno. Los colegiales / estudian. Monotonía / de lluvia tras los cristales.

Antonio Giménez Rico: «El cine español va a desaparecer y a nadie le importa un bledo»

«Todos estos honores me asombran, primero porque creo que no son merecidos y luego porque me vienen todos cuando empiezo a estar un poco mayor y siempre pienso que me quieren retirar, si no es enterrarme», observa jocoso Antonio Giménez Rico y añade que está encantado, «sobre todo porque me gusta mucho que esto sea en mi pueblo, ser un poco profeta en mi tierra».

El cineasta subía la escalinata de palacio dispuesto a disfrutar. No es nuevo en estas lides. Forma parte de varias academias de Bellas Artes en Madrid, de la del Cine recuerda que fue fundador, pero el adjetivo excesivo lo utiliza al hablar del reconocimiento que supone tener una cátedra con su nombre en la Universidad de Burgos. No le importa que su actividad sea casi nula.

«La universidad tiene escasos medios y dar vida a una cátedra es difícil, pero yo estoy encantado igual, y me parece inmerecido», expone humilde el director, que ve con negrura la situación del cine. «Tal y como está no hay que pensar en ninguna película. Yo ya tengo el chip en mi cerebro de que soy un director retirado y como yo está toda mi generación e incluso otras. En estos momentos la industria del cine español está a punto de desaparecer y a nadie le importa un bledo. Es trágico porque es cultura», lamenta y valora doblemente que la Fernán González se acuerde de él.Germán Delibes de Castro: «Los Delibes nos sentimos más de Sedano que de ningún otro sitio»

A Germán Delibes le reciben dos amigos, dos colegas, en la puerta del Palacio de la Diputación, Miguel Moreno e Ignacio Ruiz Vélez, y sube la escalinata orgulloso. Sus palabras ratifican lo que expresa su rostro.

«Soy arqueólogo, soy burgalés de adopción, la familia Delibes tiene una casa en Sedano y siempre decimos que nos sentimos más de Sedano que de ningún otro sitio, somos sedanistas. Allí me he dedicado veinte años a excavar dólmenes y he tenido que leer bastante las publicaciones de la Fernán González, por lo que me he sentido bastante identificado con ella, y esta invitación es puro bálsamo. Han sido muy generosos y yo acepto muy gustosamente», ilustra el hijo de Miguel Delibes, que ingresa por méritos sobrados, por su exhaustiva investigación, en la que aún sigue después de veinte años, sobre los dólmenes y menhires de La Lora.

Y por eso, comentaba, según venía de Valladolid, en su mente ha estado José Luis Uribarri, ya fallecido, que en su discurso de ingreso habló sobre el megalitismo en la provincia de Burgos, un tema que, probablemente, repita él en la lección que dará en primavera.

Culminará un proceso que también se iniciaba con la arqueología mediante. Cuenta Delibes que todo surgió hace un año y medio tras coincidir con algunos académicos en la presentación de un libro en Roa. Allí le comentaron su ánimo de invitarle a la institución, «pero no sabía si se acordarían».

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