El Correo de Burgos

BURGOS / Arco de Santa María

De secundarios a protagonistas

Luis Alberto Portilla enciende el foco en las personas anónimas que se cruza por la calle en la colección figurativa ‘Gente importante’

Luis Alberto Portilla posa delante de una selección de las pinturas de ‘gente importante’ que forman la exposición.-Santi Otero

Luis Alberto Portilla posa delante de una selección de las pinturas de ‘gente importante’ que forman la exposición.-Santi Otero

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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Al caballete de Luis Alberto Portilla no se suben reyes sin trono ni príncipes a caballo, no se asoman burgueses con ansías de pasar a la posteridad ni toreros ávidos de un nuevo olé, el pintor enciende los focos sobre la familia que pasea unida, el señor que lee el periódico en una terraza o la mujer que camina apresurada, son figuras sin rostro, pero con mucha vida por contar, personajes secundarios que se convierten en protagonistas en Gente importante, la exposición con la que vuelve al Arco de Santa María, donde desarrolla una línea que ya se atisbaba en su anterior muestra en la ciudad, la primera con obra figurativa, el pasado junio en el Colegio de Arquitectos.

Todo empieza con una cámara de fotos y un pintor que dispara como si no hubiera mañana, en calles repletas de gente, en paseos solitarios, en plazas de Oviedo, Zaragoza, Santander o Burgos. Son vistas generales, fotografías que se confundirían con las de cualquier turista, no buscan un rostro bello ni un cuerpo que quite el hipo, ansían detener el bullicio de la ciudad, el día a día de unos habitantes que escriben su película sin saber que alguien les ha robado unos metros y que otros inventarán su final.

Los abuelos que escudriñan el menú que comerán ese día; la señora cargada de bolsas, tapada con el paraguas, dispuesta a seguir su viaje consumista sobre baldosas mojadas; la excursión de jubilados inmersos en las nuevas tecnologías; el friso multitudinario de gente que camina a una en la plaza del Pilar de Zaragoza, pero que podían estar en cualquier otro sitio...

Le gustan al autor los personajes que salen de espalda, los cuerpos apenas sugeridos, jugar con las luces, con la amarilla de un sol radiante y la grisácea de un día de nubarrones, con el artificio de un filtro y con las luminarias de las farolas en una calle de noche. Ahora, anota, está aprendiendo a desdibujar, a decir más con menos.

Portilla amenaza. Tiene su cámara lista para disparar de nuevo. «Esto es la parte uno. Me lo he pasado muy bien y tengo muchísimas gentes importantes recogidas en Burgos», advierte.

La exposición se completa con una selección de los cuadros que el pintor ha realizado en los concursos de pintura rápida en los que se ha embarcado. «Son ejercicios, prácticas, que te obligan a entrenar la mano, a no olvidar el dibujo, a tener paciencia...», comenta ante paisajes de Sacramenia, Aranda de Duero o Burgos, a los que se suman dos extraños en el conjunto, dos pinceladas en verde.

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