Cartel para una mayoría de edad

El Ciclo de Teatro Joven alcanza la mayoría de edad y por ella brindan la Universidad de Burgos y el Ayuntamiento, los orgullosos papás que alumbraron a la criatura, la primera de un fructífero matrimonio, hace 18 años con el objetivo de poner en escena montajes que pudieran atraer a un público joven, según recordó ayer el concejal de Cultura, Fernando Gómez, en la presentación, acompañado por el director de Actividades Culturales del campus, Carlos Lozano, y el técnico Nacho de Miguel, que desgranaron las cinco propuestas que jalonan el cartel este año, que ocupará el Principal.

‘Mascarola’. La actriz Carola Martínez es el alma de Mascarola, la primera producción de Injerto Teatro, nuevo proyecto en la ciudad, estrenada en septiembre, con texto y dirección de Jesús Cristóbal. Es el desgarrador monólogo de una bailarina venida a menos narrado en un ambiente de musical decadente. Mañana, 20.30 horas (8 euros).

Justicia y cárceles. Titzina Teatro es un clásico del ciclo y en Distancia siete minutos ahonda, tras una exhaustiva fase documental, en lo que significa la justicia y también estar privado de libertad. Sábado 7 de marzo.

La vuelta de Hojarasca. La bailarina burgalesa Alicia Soto, afincada en Valladolid, regresa a su ciudad con Desconcierto, estudio 1: nocturno, que, al hilo de los Nocturnos de Chopin, traza una cartografía del cuerpo a paso de danza. Sábado 14 de marzo.

La Zaranda. «Voz personalísima del panorama escénico español», dice De Miguel de La Zaranda, con 30 años de historia y vieja conocida de los burgaleses. La compañía andaluza presenta El grito en el cielo, una «crítica ácida a un mundo deshumanizado y sin trascendencia», el sábado 21 de marzo. Su autor, Eusebio Calonge, dará un taller en La Parrala del 12 al 15 de marzo.

Sueños y realidad. Ron Lalá, otro fijo de este programa, llega con En un lugar del Quijote, una particular visión de la obra cervantina. Viernes 27 de marzo. La presencia de Ron Lalá el 27 de marzo, Día Mundial del Teatro, propicia que los miembros de la compañía se encarguen de leer el manifiesto -aún se desconoce quién lo escribirá- esa misma jornada en la Polisón antes de su función.La Parrala, sin reforma integral pero sí con festival

La escena vive momentos de ebullición y otra prueba de ello es la continuidad del Festival de Teatro de La Parrala, nacido el año pasado para dar salida a la producción que se crea entre sus paredes, darse a conocer a la sociedad y brindar por el Día del Teatro, y que será los dos últimos fines de semana de marzo.

Bambalúa abre el telón con Quijotadas el sábado 21 y dará paso a una gala el domingo 22. Teatro Biónico y su Bizarro!!! y La Mueca con Tritón lo completarán el 28 y 29.

Pero ayer en la Sala Polisón se habló de La Parrala más allá de lo que allí se cuece. El concejal de Cultura, Fernando Gómez, aplaudió la actividad creativa nacida en este espacio, pero al mismo tiempo desechó cualquier reforma integral en el antiguo colegio de Parralillos echando mano del convenio firmado en 2001: «Tenía muy claras las condiciones: el mantenimiento y arreglo del espacio que se cede corre a cuenta de quien lo utiliza. Por lo que o lo cambiamos o es muy difícil entrar a una rehabilitación integral. Además sería injusto porque el uso es de carácter privativo y el arreglo sería con dinero público y probablemente deberíamos cambiar el modelo de gestión». Sí admitió ayudas puntuales como las que estos días ejecuta la brigada de obras, tal y como confirmó la presidenta de La Parrala, Tati Sastre, quien enumeró el enyesado de techos, el tapiado de ventanas con cristales rotos, el derribo de tabiques para habilitar espacios más diáfanos... «Son pequeñas cosas que tendríamos que acometer nosotros, pero queda mucha tela que cortar», afirma.

El edil aseguró estar estudiando igualmente la recuperación de las ayudas a los proyectos profesionales. «Hasta ahí puedo decir», atajó.