BURGOS / Pintura
El sueño acariciado
Elvira Mateos se queda sin el Premio Reina Sofía pero se consuela con los contactos realizados y viendo su obra en la exposición de finalistas
Elvira Mateos, junto al cuadro por el que ha sido finalista.-
La presencia de Burgos se multiplica en la capital del Reino. Poco más de tres kilómetros separan las calles Recoletos, sede de la TAI, y Ramírez de Prado, donde anoche una nerviosa y feliz Elvira Mateos esperaba escuchar en voz alta el nombre del ganador de la quincuagésima edición del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura, que su titular entregaba en la Sala El Águila, donde se exponen las 53 obras finalistas hasta el 10 de marzo, entre ellas, la de la artista burgalesa, que, finalmente, tuvo que aplaudir al madrileño Juan José Vicente Ramírez, que se alzó con el cheque de 20.000 euros con el que está dotado este galardón.
«No ha podido ser, pero estoy muy contenta. Estar seleccionada ya era un premio», manifestaba feliz la pintora burgalesa al término del acto, en el que recibió la felicitación de la reina, que pasó por todas y cada una de las obras expuestas.
Además, observaba, la presencia de tanta gente relacionada con el mundo del arte le había servido para hacer contactos con galerías y otros espacios. «La experiencia ha valido mucho la pena. No hemos conseguido el galardón, pero sí otras cosas», señalaba satisfecha a través del teléfono desde la misma sala y sorprendida por la amabilidad de la gente y la implicación de la organización con los artistas.
Mateos creía merecido el premio por parte de Vicente Ramírez, que en 2011 obtuvo un accésit en el AXA de Pintura de Burgos, decidido el pasado 10 de febrero por un jurado en el que, entre otros, se encontraban los creadores Antonio López y Rafael Canogar y el escritor Javier Sierra.