Un tablero adolescente y un jacobeo modernizado

Un escenario singular. Un entorno único y el apoyo que ha ido ganado durante sus 15 años de desarrollo. El Tablero de Música presume de lozanía y en periodo de adolescencia sigue marcando hitos de atracción hacia la universidad. «Es un evento que muestra la capacidad de la universidad de abrirse a la ciudad, con un gran carácter intergeneracional donde hay desde niños a abuelos hasta conseguir que en Burgos, julio espera al Tablero de Música», resumió al respecto Beatriz Rodríguez, de la Fundación Caja Burgos que colabora con la organización de esta actividad.Aunque el Tablero cumple 15 años y ha tenido que incluir el módico pago de una entrada «para controlar el aforo porque llegaron a venir hasta 9.000 personas en algunos conciertos», siempre «ha generado un ambiente de reencuentro», señala el responsable de la actividad cultural de la UBU, Carlos Lozano. Un festival de música que tiene desde siempre una misma línea argumental «siempre hemos buscamos música de raíz pero con toques de fusión y entonces disponemos de un amplio abanico de posibilidades», señala Lozano. Así, 120 artistas y alrededor de 60 dj locales han pasado por este espacio singular de la UBU.Lo que ha recibido una transformación total son los conciertos Jacobeos en el Hospital del Rey que apartan la música antigua y del renacimiento para ser más contemporáneo. Así que este año, el séptimo, mira a la música contemporánea. «El camino es una ruta histórica pero también es de hoy y hay peregrinos contemporáneos» y ese es el perfil que ha tomado este año. Por su parte el ciclo de Música Antigua, en consonancia con el curso de la Academia Internacional de Música Antigua, tendrá como colofón final el estreno de una ópera del siglo XVII de Francesco Cavalli como proyecto final del curso.