BURGOS / Catedral
Los Condestables cierra en verano por obras
Los andamios vuelven a la capilla de la girola para actuar sobre sus vidrieras y evitar que se desprendan fragmentos. El presupuesto de esta intervención ronda los 280.000 euros
Las labores de andamiaje en la capilla, que ya anuncia su cierre por obras, comenzaron ayer.-Santi Otero
La Catedral avanza hacia su plena restauración y lo hace paso a paso. Los andamios, recién retirados del claustro alto, reinaugurado a bombo y platillo por tratarse de la última gran restauración pendiente en la seo, se trasladan hasta la capilla de los Condestables, que cerrará sus puertas al público durante tres meses para actuar en la protección de sus ocho vidrieras debido al peligro de desprendimiento de fragmentos.
La ejecutante del proyecto, que ronda los 280.000 euros de presupuesto, es la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Restauraciones Aibur, que también ha firmado la citada rehabilitación del claustro alto, y Nueve Restaura.
La actuación contempla el montaje y desmontaje de los andamios tanto en el interior como en el exterior, el cambio de los bastidores actuales y la protección de las vidrieras con el mismo tratamiento que recibieron las del cimborrio que, apunta José Barrio, jefe de obra, quedaron francamente bien.
Además se extraerán los escasos restos de vitrales originales, atribuidos a Arnao de Flandes y fechados en el siglo XVI, que quedan -se cree que la mayoría se hicieron añicos por la onda expansiva del asedio francés al Castillo en el siglo XIX- y se guardarán en unos cajones especiales para su conservación hasta que se puedan restaurar.
La realización de estos trabajos durante la época estival, la de más afluencia turística, obedece a la necesidad de contar con favorables condiciones meteorológicas.
«En un primer momento se pensó realizarlo por sectores para evitar su cierre completo durante tanto tiempo, pero se descartó ya que los visitantes poco iban a disfrutar de ella al tener que estar sus elementos perfectamente protegidos para prevenir cualquier percance en el resto de elementos patrimoniales de la capilla», explica Barrio.
Esta intervención se enmarca en el programa de mantenimiento del templo Patrimonio de la Humanidad, que recientemente también ha llegado al husillo del claustro bajo en la calle de La Paloma y a una cubierta de la fachada de la Coronería.
Una catedral en otra
La riqueza y grandeza de la capilla de los Condestables, rehabilitada en 1996, es tal que de ella se dice que es una catedral dentro otra. No es para menos. Relevantes firmas de la historia del arte dejaron en ella su huella. Desde Simón de Colonia, el arquitecto al que en 1485 confiaron su construcción Pedro Fernández de Velasco y Mencía de Mendoza, condestables de Castilla, enterrados en la misma, hasta Felipe Vigarny y Diego de Siloé, autores del retablo mayor, con policromía y dorado de León Picardo, otro de los grandes nombres del momento, y del de San Pedro. Aparece en ella también el rastro de Gil de Siloé, que trabajó en el retablo de Santa Ana junto a su hijo Diego.
Existen igualmente pinturas de Gerard David, del burgalés Mateo Cerezo y de Giovanni Pietro Rizzoli, discípulo de Leonardo, mientras Cristóbal de Andino es el autor de su reja, la misma que ahora luce el cartel de Cerrada por obras. Restauración vidrieras. Perdonen las molestias. Gracias.