El Correo de Burgos

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‘Buenrollismo’ quinceañero

El Tablero de Música cumple quince años con el mismo espíritu joven que lo impulsó, con una apuesta por los grupos de raíz y con un público fiel que ha pasado de los 200-500 de las primeras ediciones a los 2.000-2.600 de la actualidad

El grupo granadino Eskorzo puso a bailar desde el minuto uno a las más de dos mil personas que asistieron al tercer jueves del Tablero en el campus universitario.-Santi Otero

El grupo granadino Eskorzo puso a bailar desde el minuto uno a las más de dos mil personas que asistieron al tercer jueves del Tablero en el campus universitario.-Santi Otero

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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Ojalá estuvieras aquí, aquí, aquí, aquí..., canta Eskorzo en una de las canciones de su último disco, Camino de fuego, el mismo que presentó ayer en el Tablero de Música, sin saber que allí ya estaban todos, todos los que han hecho del Hospital del Rey un paraíso de peregrinación los jueves de julio, todos y algunos más. El número de fieles crece verano tras verano.

Han pasado quince años y su coordinador, Carlos Lozano, se echa las manos a la cabeza. ‘¡Quién te ha visto y quién te ve!’, parece decirle en medio de un mar de cabezas, de pijos en chanclas, de señoras con su eterna chaqueta debajo del brazo, de parejas jóvenes que se resisten a abandonar la tradición y la transmiten a sus bebés, de cuarentones que no conciben los jueves de julio sin su baño de multitudes, de grupos de adolescentes que han encontrado su lugar en el mundo... De las 200-500 personas de las primeras ediciones se ha pasado a 2.000-2.600 en la actualidad.

Sus antecedentes están en el extinto Festival de Teatro de Calle de la UBU. Había que sacar partido a ese marco espectacular. Luego llegó la propuesta de poner música a los cursos de verano. Y así ha alcanzado la adolescencia. Quince años en los que ha cambiado algunas cosas -prohibición de fumar, cobro de entrada...-, pero ha mantenido su espíritu de impulsar la música de raíz, con apuesta por grupos desconocidos, y ha seguido ondeando la bandera del buenrollismo.

ALICIA, ALMUDENA Y MARINA: «Es un plan alternativo en burgos, con un verano musical muy flojo»

Cuando el Tablero de Música daba sus primeros pasos, Marina Maestro, Almudena Ibáñez y Alicia Asensio aún jugaban con muñecas y aun así no saben precisar cuántos años hace que sus caminos se cruzaron. Son ya unos cuantos. ¿Por qué esa fidelidad? «Porque encontramos música distinta, descubrimos nuevos grupos y es un plan alternativo en Burgos, que en el plano musical en verano está un poco flojo», responde Marina. Aunque las tres han sido estudiantes de la Universidad de Burgos, quien orquesta el tinglado con la ayuda de la Fundación Caja de Burgos, ninguna se enteró de esta actividad en sus pasillos. «Ha sido el boca a boca, por amigos que te cuentan, te dicen y te traen», señala Almudena, quien no duda en apuntar a La Raíz, que ocupó el escenario hace dos años, como el grupo que más les ha llegado al corazón. Alicia y Marina asienten.JESÚS, MIGUEL Y SERGIO: «Sería un novio desleal si me quedara con un solo momento»

Jesús Rodríguez, Sergio Arnaiz y Miguel Soto forman parte de la troupée más fiel al Tablero de Música. No han fallado nunca. Este último le declara su amor sin medias tintas: «Es lo mejor que le ocurre a Burgos en el mes de julio. Es algo único incluso a nivel nacional». Destaca la apuesta de «gente muy atrevida y arriesgada, que trae ritmos étnicos, con letras calientes y actuales» y aplaude el valor de su coordinador, Carlos Lozano. «Ojalá no muera de su propio éxito». ¿Qué ha cambiado de aquellas primeras ediciones a la actualidad? «La afluencia. El espíritu sigue impoluto. Lo más bonito es el marco, espectacular, y el sentimiento que se establece entre quienes venimos. Es una verdadera fiesta», resume Soto y cree «que su magia es la capacidad de unir a gente de distintas generaciones y crear este buen rollo». ¿Con qué momento se queda? «Sería un novio desleal. Me quedo con todos».

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