El Correo de Burgos

BURGOS / Música

‘Mi corazón no quiere que me despida...’

El sonido tradicional con tintes contemporáneos de Kéltiber cierra los Conciertos Jacobeos con una media de 350 espectadores

Las canciones de Kéltiber quedaron pintiparadas como banda sonora de un típico atardecer burgalés en el renacentista Patio de Romeros.-Raúl Ochoa

Las canciones de Kéltiber quedaron pintiparadas como banda sonora de un típico atardecer burgalés en el renacentista Patio de Romeros.-Raúl Ochoa

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...Mis ojitos llorando a lágrima viva, mis ojitos llorando a lágrima viva. Cantan estos versos Virginia Ferrero y Uxía López, las dos voces de Kéltiber, en Unas y otras y se acoplan cual guante a lo que tocaba ayer en el patio de Romeros del Hospital del Rey. Tocaba despedida de los Conciertos Jacobeos, cuatro citas con la variada y rica música que se hace a la vera de la ruta santiaguera que han tenido una media de 350 espectadores.

Los ritmos tradicionales de las panderetas o el acordeón se aliñan con el punto contemporáneo del bajo eléctrico o la batería en este sexteto vallisoletano, que ayer escribía el punto y final de este ciclo orquestado hace siete años por la Universidad de Burgos, con la colaboración de la Fundación Caja de Burgos y la Asociación de Amigos del Camino de Santiago.

La actuación de Kéltiber, integrado además por Iván Karlón (instrumentos de viento), César Díez (guitarras y bouzouki), Fernando Martínez (bajo eléctrico) y Abel Martínez (batería), reunió a un público entregado que no se olvidó de la chaqueta debajo del brazo, pero que disfrutó de un atardecer en un marco renacentista que bailó la jota más popular al paso de los ritmos del siglo XXI sin perder la esencia de la tradición, recogida ayer por el pincel al tiempo que recorría la partitura.

El sexteto se suma a esa lista de nombres que están reinterpretando el folclore castellano sin que este pierda un ápice de su esencia.Y el tablero dice adiós mañanaSemana de despedidas en el Hospital del Rey. Si ayer decían adiós los Conciertos Jacobeos, mañana sacará el pañuelo el Tablero de Música. Lo hará con su camiseta conmemorativa de sus 15 años de vida y con la satisfacción de haber reunido a 7.000 personas en las tres citas celebradas a falta de la cuarta, que sentará a Dj Petite Morte en los platos como prólogo a una fiesta que continuará con el grupo zaragozano The Faith Keepers. De ellos dicen que sus espectáculos son «pura entrega y pasión sin cortar, cada nota tocada como si fuera la última. Demuestran ser una maravillosa rareza en el panorama musical actual, entre otras cosas, gracias a un frontman al que se le queda pequeño cualquier escenario y una banda que pone toda su maestría al servicio del ritmo, con una potencia aplastante». La banda, que elige las etiquetas soul y heavy para definirse, está presentando su nuevo EP, Kuyé. Mañana le tocará a Burgos.  

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