El Correo de Burgos

MÚSICA / FESTIVAL POLLOGÓMEZ FOLK

Villangómez suma y sigue sin perder su esencia

Al olor del pollo asado con música folk de fondo, centenares de personas de todas las edades abarrotaron la plaza de un pequeño municipio cuyo nombre empieza a resonar por toda España

Martina Quiere Bailar aportó su toque francés y centro europeo.-CHRISTIAN CASTRILLO

Martina Quiere Bailar aportó su toque francés y centro europeo.-CHRISTIAN CASTRILLO

Burgos

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La música, toque el género que toque, sabe mejor con el estómago lleno. El Pollogómez Folk, que siempre juega con esa baza, volvió a ganar la partida al llevarse un año más al público de calle. Se veía venir, pero los factores adversos e imprevisibles pueden dar al traste meses de preparación. Por fortuna, el buen tiempo se convirtió en cómplice de los organizadores, que no dieron a basto para cumplir las expectativas de los centenares de personas que se dieron cita en la localidad.David conocía el Pollogómez de oídas, como cualquier burgalés de a pie. Junto a su amigo Christian, este joven urbanita y amante del mundo rural a partes iguales, trazó un plan alternativo para la tarde del sábado. «No es el típico festival», comentaba al poco de llegar a una abarrotada plaza donde el olor de las raciones a pollo asado por un euro formaba las primeras colas pasadas las 18 horas.Asiduo a eventos más roqueros e incluso ‘punkys’, David repetirá seguro. Así lo dejaba entrever tras destacar «el ambiente alegre» de una cita donde «la gente está muy relajada mientras disfruta de los puestos y de la música». Y se sumó a la masa, recorrió cada stand para comprobar la amplia oferta de artesanos y productores procedentes de distintos puntos de España. También llenó el ‘buche’ -como para no hacerlo- mientras disfrutaba de nuevas propuestas que apenas habían entrado en su equipo de música hasta la fecha. Es lo que tiene dejarse llevar, ese viaje ‘a lo loco’ le sorprendió gratamente, sobre todo tras la actuación del inclasificable Xavi Lozano, encargado de abrir el festival.Aciertos en cartel¿Cuál es el plato fuerte del Pollogómez? ¿La música, la ‘manduca’ o todo en general? Cada cual tendrá su opinión, pero lo cierto es que la elección del cartel, fiel a la filosofía del festival, resultó todo un acierto.Lozano llamó la atención desde el minuto cero. Incluso quienes ya le conocen volvieron a quedarse boquiabiertos ante la versatilidad de un artista que convierte cualquier objeto cotidiano en un arma de inspiración masiva, aunque sea una valla de obra medio oxidada, qué mas da. Disfrutó como un enano con su monólogo lucrativo sobre la tarima -esas cosas se notan- y una vez abajo, tras recoger sus ‘cacharros’, aseguró que le encanta regresar a una tierra que siempre le acoge con los brazos abiertos.El toque francés y centroeuropeo llegó de la mano de Martina Quiere Bailar, que han logrado sorprender a propios y extraños gracias a una personal propuesta que se ha consolidado plenamente con su último trabajo, A vueltas y revueltas, toda una declaración de intenciones para una banda que está cosechando excelentes críticas entre los medios especializados gracias a su capacidad para reinventar la música folk con imaginación y honestidad.Tampoco defraudaron los cabezas de cartel, con el omnipresente Diego Galaz en medio de la ‘movida’. Zoobazar y Carmen París no necesitan carta de presentación, a lo sumo la remitieron en sampedros. Llegaron, actuaron y triunfaron, así de simple.Por su parte, los hispano-checos Streetwings conectaron de primeras con el público, mientras que DjXtreme Sound puso la guinda a un pastel cada vez más delicioso.

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