El Correo de Burgos

FOTOGRAFÍA

El escritor reconvertido en peregrino 2.0

José María Plaza expone ‘El Camino de Santiago a paso de iPhone’, instantáneas a todo color que registran algunos enclaves de su próxima entrega de ‘Los Sin Miedo’

La muestra se puede ver en la sala del Consulado del Mar.-RAÚL G. OCHOA

La muestra se puede ver en la sala del Consulado del Mar.-RAÚL G. OCHOA

Publicado por
D. S. M.
Burgos

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Buscaba una musa para la próxima aventura de Los Sin Miedo, la joven y paritaria pandilla ‘cazatesoros’ que a lo largo de 11 entregas ha cautivado a miles de jóvenes lectores en España, América, China y Turquía. La inspiración llamó a las puertas del periodista burgalés José María Plaza en forma de escenario: el Camino de Santiago. ¿Qué peripecias y peligros acechan a Álvaro, Belén, Cris y David en plena Ruta Jacobea? Habrá que esperar a abril para comprobarlo, confirma el autor, quien ya tiene «clara» la historia que en estos momentos perfila con la misma pasión que Enid Blyton modelaba el universo de Los Cinco.

Para documentar su nueva novela, decidió sumergirse de lleno en el Camino. En cuatro viajes, por tramos o del tirón, Plaza comenzó a trazar sus primeros bocetos a golpe de click fotográfico con su teléfono móvil con el objetivo de fijar localizaciones. Y despertó de nuevo su gusanillo, nunca enterrado y siempre latente, por el arte visual. 4.000 instantáneas de unos 40 lugares dieron para mucho más que una concienzuda labor documental. El escritor lo tuvo claro al contemplar con calma semejante material y realizó seleccionó 170 imágenes que hoy forman parte de la exposición El Camino de Santiago a paso de iPhone, abierta al público en el Consulado del Mar hasta el 15 de septiembre.

Aparte de recabar experiencias propias y ajenas de una ruta que «la gente hace porque busca algo», las estampas desprenden vida gracias a un novedoso sistema de impresión, realizado en un laboratorio de Murcia, especialista en este tipo de imágenes «para la gente ligada a Instagram».

Las instantáneas desprenden el «sello personal» de quien retrata la escena y luego la trabaja cual artesano con distintas herramientas. Precisamente, ésa fue su intención desde el principio. «Todas ellas están ligeramente tratadas, pero básicamente he potenciado el color y el contraste y he procurado que hubiera unos encuadres originales», señala Plaza a la hora de explicar «esa sensación de fotos distintas a las que habitualmente se ven sobre el Camino».

A colación de este propósito, sostiene que en ningún momento buscó «la perfección de la imagen, sino algo más inmediato y espontáneo, a medio camino entre el arte, el documento y el testimonio personal». De dicho testimonio pueden dar buena cuenta sus dos hijos mayores, quienes «aceptaron el reto» de inmortalizar enclaves y acontecimientos del Camino a su paso por Navarra.

La inauguración salió a pedir de boca. El contador de la sala registró 215 visitas y «el público salió contento y sorprendido de las imágenes», dado que «le resultaban curiosas, frescas, nuevas y, a veces, pictóricas». El autor habla con conocimiento de causa. Estuvo presente en la presentación de su muestra e intercambió impresiones con los asistentes para conocer de primera mano sus valoraciones. En este sentido, reconoce que «esos cielos tan azules, tan todopoderosos, tan potentes, tan infinitos» llamaron la sobremanera la atención del público, que gracias alas explicaciones de Plaza alcanzó a comprender la misión del caminante, que «va ampliando su horizonte físico y mental» mientras traza un recorrido que el año pasado registró la friolera de 237.810 peregrinos.

imágenes y palabras

Puede que jamás se le ocurriese conjugar «espiritualidad y tecnología» a través de «un camino que está más allá de las nacionalidades, creencias y generaciones» con anterioridad, pero no es la primera incursión de este veterano periodista en el mundo del arte. En 2008 y -casualidad o no- en el Consulado del Mar, Plaza expuso una retrospectiva de «las dos ciudades que mejor conozco»: su tierra natal y la capital bonaerense que tantos tangos ha originado. Mi Burgos Aires querido, toda una declaración de intenciones y amor a dos ciudades que forman parte de su historia, reveló el talento de un creador que en ocasiones demuestra que una imagen vale más que mil palabras.

¿Volverá a las andadas en el ámbito pictórico? Seguramente, pero quien sabe. Lo que sí se puede afirmar a ciencia cierta es que Los Sin Miedo volverán a la carga con mucha fuerza, dispuestos a sortear los obstáculos que se presenten para localizar nuevas reliquias e inculcar a su público potencial el mismo nivel de afición y seguimiento que el género de aventuras proyectó sobre varias generaciones.

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