Todo Antonio José mora en Castilfalé

Quizás fuera una de esas bochornosas tardes del verano burgalés, quizás ese día se había dedicado a ordenar los papeles y quizás mientras escribía "La estrenó en Burgos la Coral de Bilbao, el día 5 de julio de 1924" en una esquina se acordaba del éxito que el maestro Guridi había cosechado con esa partitura de la Danza burgalesa nº 3. Es fácil imaginar a Antonio José cuando se tienen delante sus partituras de puño y letra, su pulcra caligrafía, sus tachones, su firma. Y desde ayer los investigadores lo tienen más fácil.

Una de las nobles estancias del Palacio de Castilfalé fue escenario de la firma del documento por el que el Orfeón Burgalés cede al Archivo Municipal nueve partituras del que fuera su director desde 1929 hasta su fusilamiento en 1936.

Los fondos se componen de cinco originales: Agudillo, para cinco coros castellanos; Danza burgalesa nº 3, restaurada recientemente tras ser descubierta en una carpeta olvidada; El piojo y la pulga; La tarara, para cinco coros castellanos; y Tres cantigas de Alfonso X. Y cuatro transcripciones corales sobre obras de otros autores realizadas para ser interpretadas por el Orfeón: Andante de la Cassation en sol, de Mozart; Canción del marinero, de Schumann; Rondino, de Beethoven-Kreisler; y ¡Quedito, quedito...!, de Juan Hidalgo.

Este conjunto, que en octubre de 2016 también tendrá libre acceso en internet, se suma al llamado Fondo Antonio José del Archivo Municipal, comprado por el Ayuntamiento a la familia en el año 2006.

Está integrado por 278 documentos referentes en general a conferencias pronunciadas por el músico, su biblioteca y obra de otros autores. Se incluyen aquí 117 partituras originales -se encuentra por ejemplo la ópera completa de El mozo de mulas-, borradores y estudios previos. Este legado se completa con su piano, un busto y un retrato del compositor, cuya meteórica carrera se vio truncada la noche del 8 al 9 de octubre de 1936 en el monte de Estépar, donde fue fusilado por el ejército sublevado.

La cesión es por diez años, aunque tanto el alcalde, Javier Lacalle, como el presidente del Orfeón Burgalés, Emilio Miguel Amo, manifestaron su convencimiento de la renovación de este acuerdo.

Propiciar la unidad de archivo tan ansiada por los investigadores es el principal motivo de esta decisión.

«Para cualquier estudioso de Antonio José venir a consultar sus partituras y que faltaran algunas, que estaban en el Orfeón, supone un cierto punto de frustración y, entre comillas, una pérdida de tiempo. Para nosotros es importante que su figura siga siendo investigada», explica el director del centenario coro, Juan Gabriel Martínez, que se incluye entre esos interesados, quien agradeció el trabajo de José Antonio Valbuena en la reorganización del archivo de la masa nacida en 1893.

Con esta nueva aportación, el Palacio de Castilfalé se convierte en el principal custodio de la memoria de Antonio José.El culebrón del depósito intermedio y la ampliación

La necesidad de un depósito intermedio que alivie a Castilfalé de la ingente documentación generada por el Ayuntamiento y la traída y llevada ampliación del actual Archivo Municipal es un culebrón que va camino del récord de capítulos. El alcalde, Javier Lacalle, admitió ayer la urgencia de ese archivo intermedio -años lleva haciéndolo su directora, Milagros Moratinos-, señaló que se siguen barajando espacios, no concretó ninguno, arguyó las exigentes condiciones técnicas para explicar la demora, insistió en la idea de ampliar la actual sede a la parcela anexa siguiendo el Plan General de Ordenación Urbana, admitió que aún trabajan en la expropiación de ese solar, avanzó la convocatoria de un concurso de ideas junto al Colegio de Arquitectos para ese futuro edificio y se marcó esta legislatura como plazo para dejarlo encaminado. To be continued.