El Correo de Burgos

Moore con ojos de niño

Alrededor de 700 escolares y 25 familias se han acercado al universo del escultor británico a través de los exhaustivos talleres desarrollados por el CAB en torno a la exposición al aire libre

La última parada acerca a los niños hasta las esculturas de Henry Moore.-Educación CAB

La última parada acerca a los niños hasta las esculturas de Henry Moore.-Educación CAB

Publicado por
A.S.R.
Burgos

Creado:

Actualizado:

Henry Moore, el autor británico cuyas esculturas acompañan a los históricos personajes del Arco de Santa María, ha dejado de ser un desconocido para alrededor de 700 escolares y 25 familias -el último taller se desarrolla mañana a las 12 horas, es gratuito y aún quedan plazas- tras participar en la intensa experiencia artística, Touch Much Moore, desarrollada por el equipo de Educación del Centro de Arte Caja de Burgos (CAB). Estela Rojo y Regue Fernández han abordado su universo desde la mirada de un niño.

Primera parada. Viajan a Gran Bretaña. Se acercan a su contexto. A las circunstancias que le llevaron a convertirse en escultor. A los motivos que inspiraron su obra. Se cuelan en su taller. Cogen y tocan los objetos que tiene en él. Se convierten en escultores.

A María le sorprende que un artista haya podido nacer en un pueblo tan pequeño como el de sus abuelos. Felipe se mira y remira sus manos y piensa que si solo pudiera hacer esculturas con los materiales que entran en ellas como ese señor bien pequeñas le iban a salir. Mateo se acuerda de un cuadro que vio una vez en un museo cuando Regue cuenta que a Moore le inspiraba el paisaje, las montañas rocosas que le rodeaban.

Segunda parada. Un cuerpo encerrado en una piel está a punto de despertarse. «Las formas que se crean reflejan las tensiones de la escultura, la sensación de que hay algo dentro de ella que quiere salir». Silencio. Todos se concentran para ver esas figuras que luego tendrán que representar.

Dos niñas que, pongamos, se llaman Sofía y Teresa se miran y suben las piernas a la silla miedosas de lo que pueda hacer esa figura en movimiento. A David le entra la risa floja, Manuel está más pendiente de la música y a Laura no se le cierra la boca.

Tercera parada. Los alumnos se convierten en pequeños artistas. Se ponen los delantales. Observan el peso de la arcilla, sienten su textura, la tocan y la modelan. Hacen esculturas de aire y utilizan los objetos de la mesa como hacía Moore.

«Somos escultores y tenemos que contar todo lo que podamos a través de ella». «A Henry Moore le fascinaban los huesos y hasta tuvo el cráneo de un elefante en su estudio».

Cuarta parada. El británico soñaba con que sus esculturas se confundieran con el paisaje. Obras gigantes. Arte para tocar. Touch Much Moore. Tocar mucho a Moore. Touch much more. Tocar mucho más.

tracking