El Correo de Burgos

Entrevista a Marwan

«La tristeza es más fotogénica»

Sus poemarios, ‘La triste historia de tu cuerpo sobre el mío’ y ‘Todos mis futuros son contigo’, bailan en el ‘top ten’ de las listas de ventas, pero mucho antes ya seducía con sus canciones desde los escenarios

Marwan.-

Marwan.-

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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No es lo mismo un mundo que corre que un mundo que avanza. Quiero follarte lento, mirándote a la cara, leer tu cuerpo en braille con las luces apagadas. Estoy harto del poeta que llevo dentro. Necesito un país que sonría, que se arranque ese gris que oscurece sus días, un país sin derecha ni izquierda. Ella es el país del que no pienso irme nunca. Estuve tanto tiempo en el invierno, estuve tanto tiempo confundido, que tuve que esconderme en un cuaderno lanzándote canciones a la cara. ¿Letras o versos? ¿Cantautor o poeta? Marwan las dibujará mañana con su guitarra en El Hangar (22 horas, 13-16 euros).

Pregunta- Su último disco es Apuntes sobre mi paso por el invierno. ¿Qué dicen esos apuntes?

Respuesta- Son apuntes que he tomado de los momentos tristes de mi vida, que es cuando uno reflexiona y aprende de lo que le daña para crecer como persona. El invierno simboliza los malos momentos, los desengaños, la pérdida de inocencia... Cuando se te hiela el corazón. Es un disco con canciones muy reflexivas, que, aunque tristes, tienen siempre un algo positivo.

P.- ¿Fue muy largo ese invierno?

R.- Un poquito, la verdad. Los desengaños de los veintitantos y treinta y tantos se hacen largos.

P.- ¿Qué sería un cantautor sin el amor y el desamor?

R.- Es verdad que mi repertorio, sobre todo en los últimos años, está muy escorado hacia las relaciones amorosas, pero hay un montón de motivos para cantar. Yo tengo canciones a mis amigos o mi familia, unas más sociales, otras más divertidas, otras autobiográficas, algunas filosofando sobre la vida o con anécdotas de la adolescencia y la infancia... El cantautor debe cantar a la vida.

P.- Y ahí se incluye la realidad social. ‘Necesito un país que se arranque la tristeza’, dice. ¿Se ve a España triste desde el escenario?

R.- Sí, porque hay mucha desigualdad, más acusada en los últimos seis años con esta crisis, no sé si inventada o real, pero que ha golpeado a una gran parte de la población.

P.- Ahonda en esa crisis en la canción Propuestas para un país dormido, entre las que lanza ideas como ‘insultar a los notarios por ganar en un minuto lo que muchos en un mes’, ‘que la sangre se incendie cuando el Parlamento acceda y limpie el culo al capital’, ‘dejar que el amor haga ruido en las plazas’... ¿Cuál debe ser el papel de la cultura? ¿Vale con cantar esas injusticias?

R.- Hacer denuncia social o contar cosas que están sucediendo a través del arte siempre puede no sé si impulsar un gran cambio, pero sí remover alguna conciencia. Por lo menos, ese es el papel que yo quiero desempeñar. No quiero cantar solo cosas bonitas, sino sacudir a la gente.

P.- Esa crisis ha azotado también a la cultura, aunque Marwan siempre ha ido por libre...

R.- Salvo el último libro, que me lo ha publicado Planeta, siempre lo he hecho yo todo solo y me ha ido muy bien, con mi propia editorial y discográfica. Ahora estoy hablando con otros sellos porque a veces siento que me está yendo tan bien que he llegado al límite de la independencia, que necesito una estructura para continuar creciendo. Y, aparte, no quiero seguir haciendo tanto trabajo burocrático y logístico. Soy músico y escritor de poemas y quiero dedicarme más a ello que a estar mandando albaranes.

P.- ¿No tiene miedo a perder independencia?

R.- No creo que la perdiera. Todo el mundo me pide que tenga cuidado, pero es que el disco saldrá con el productor que yo quiera y la producción que yo elija. Es una condición imprescindible junto a la de no tener un contrato que me ate a cosas a las que no estoy dispuesto o vulnere mis derechos como trabajador. Llevo demasiados años en esto como para que eso vaya a pasarme. Sé lo que quiero.

P.- Afirma que los momentos tristes son fructíferos, pero su último poemario tiene mucha alegría...

R.- La tristeza es más fotogénica. Cuando uno está mal se refugia en las canciones y los poemas o en la necesidad de contar lo que siente, no sé si haciendo preguntas, como vehículo de expresión o buscando respuestas. En cambio, uno se dedica menos a contar la alegría porque se entrega más a vivirla. Aunque en mi último libro hay alegría y se puede componer de grandes momentos, cuando uno está triste es una máquina de crear.

P.- La triste historia de tu cuerpo sobre el mío es una canción y el título de su primer libro. ¿Qué fue antes?

R.- Primero hice un poema y me gustó tanto el título que se lo puse al libro y luego surgió la canción. Esto es una constante en mi carrera artística. Tengo canciones que de repente se convierten en poemas y al revés.

P.- El éxito de sus poemarios ha sido fulgurante, bailando siempre en los primeros puestos de las listas de ventas, mientras que su carrera discográfica ha ido más paso a paso. ¿Es un caso insólito?

R.- No soy el único, tengo amigos, como Luis Ramiro o Diego Ojeda, que también están escribiendo libros con gran éxito. Pero es cierto que es sorprendente. Yo desde hace años tengo mi público y sabía que iba a vender una cantidad de libros, pero no esperaba que fuese esta locura. De mi último disco habré vendido 9.000 copias desde hace un año y medio, mientras que del último libro, que salió hace siete meses, ya llevo más de 30.000 ejemplares. Tengo una teoría, de la que la gente se ríe, sobre esto y es que nos han pirateado tanto a lo largo de la vida que el karma nos lo está devolviendo en forma de venta de libros.

P.- ¿Se está haciendo justicia poética?

R.- Total.

P.- Además, de primeras, siempre parece más seductor un músico que un poeta...

R.- Sí, y más en un género como la poesía que está tan denostado en este país. Yo creo que se ha puesto de moda y bienvenido sea.

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