El Correo de Burgos

La Sonrisa inventa al payaso del siglo XXI

Javier Rey introducirá las nuevas tecnologías y las redes sociales en su próximo montaje, ‘EPE, el payaso extraterrestre’, en preparación

Javier Rey, en primer término, comparte escena en ‘Smile’ con Agustín López Meseguer y Alicia Benito.-La Sonrisa

Javier Rey, en primer término, comparte escena en ‘Smile’ con Agustín López Meseguer y Alicia Benito.-La Sonrisa

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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Javier Rey lleva treinta años sobre los escenarios. Es el más veterano de los payasos burgaleses. Tiene 53 años y podría vivir de las rentas. Pero no es ese el espíritu de este inquieto cowboy. Mientras recorre la geografía española con su Pompón y afina las cuerdas vocales para volver al musical con Smile, el fundador de La Sonrisa, compañía creada en 1987, pega una nueva vuelta y se mete en cocina para modelar al payaso del siglo XXI en su nuevo espectáculo, EPE, el payaso extraterrestre, en el que lleva trabajando seis meses y para el que no se ha marcado plazos, aunque su estreno no irá más allá de 2016.

«No me gusta ir a lo fácil. Podría hacer un popurrí de todas mis creaciones y tendría éxito, pero quiero romper con todos los esquemas», comenta Rey, que está investigando el paso del payaso analógico al digital. «Es un clown adaptado a la cultura de las nuevas tecnologías y de las redes sociales porque ahora tenemos delante a niños nacidos en la era digital», agrega feliz de estar a las órdenes de Jesús Sanz, director de la Escuela Municipal de Teatro, pero sobre todo amigo y colega con el que, junto a Pepe Alonso, Pepillo, engrasó la maquinaría de La Sonrisa hace casi tres décadas.

«Se han alineado todos los astros para que trabajásemos juntos. Él es casi la única persona que me podía dirigir. Tiene el suficiente poderío y me conoce como nadie», piropea Rey al amigo sin olvidar a Elisa Sanz, que vuelve a hacerse cargo de la escenografía, y a Israel Delgado, que firma la música.

EPE, el payaso extraterrestre relata la historia de un personaje llegado de otra galaxia con la misión de salvar a la Tierra del «lío en el que nos hemos metidos nosotros solitos». La nave de este explorador, con todos los atributos del antihéroe, sufrirá una avería. Y aterrizará de forma accidentada en el tejado de un teatro de España lleno de público, que espera ávido el inicio del espectáculo de magia programado. Sobre el escenario todo está preparado. Un set completo. A partir de ahí se desarrolla la dramaturgia en la que esta suerte de marciano será capaz de las cosas más maravillosas y de las mayores atrocidades. Poco más puede leer Javier Rey sobre este montaje al que se enfrentará solo a las tablas, algo que no hacía desde los albores de su carrera profesional. ¡Quién dijo miedo!

«Sí voy a estar acompañado de otro personaje, pero será una voz en off, que va marcando el paso. En términos del mundo clown interpretará el papel del cara blanca», matiza el actor, que define como muy técnico este proyecto que quiere llevar a la Feria Europea de Artes Escénicas FETEN para niños y niñas de Gijón. Para la próxima edición, a celebrar en febrero, será imposible. «Allí te la juegas a una carta. Tienes que llevarlo muy atado», observa. Y al payaso del siglo XXI aún le faltan horas de ensayo para convertirse en una realidad.‘Smile’ vuelve el domingo al principal tres años después

Las creaciones burgalesas copan estos días los escenarios de la ciudad. La Sonrisa lo hace con la reposición de su musical Smile, que tras tres años vuelve al Teatro Principal este domingo (19 horas, 5 euros). Javier Rey cree que es un tiempo suficiente para que las caras en el patio de butacas se hayan renovado y nuevos niños puedan divertirse con las aventuras y desventuras de este montaje, Mención al Mejor Espectáculo Infantil en la Feria de Teatro de Castilla y León 201, estrenado hace cuatro años. Cuenta la historia de un empresario teatral de los años 30 (Javier Rey) que, al borde de la ruina, quiere levantar su empresa contratando a una gran diva extranjera y excéntrica (Alicia Benito). Con la ayuda de su pianista (Agustín López Meseguer), con el que lleva toda la vida trabajando, intentará sacar adelante este proyecto, que provocará un sinfín de situaciones hilarantes en los ensayos previos. 

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