El Correo de Burgos

Exposición

El dibujo de la belleza

Cultural Cordón abre una ventana en exclusiva a la colección de Manuel Cabello de Alba con 128 obras sobre papel, la mayoría inéditas, que trazan un friso de la pintura del siglo XVIII al XX

Javier del Campo (c.) se dirige a Manuel Cabello en presencia de Óscar Martínez y frente a una tinta negra de Fabres y Costa.-Santi Otero

Javier del Campo (c.) se dirige a Manuel Cabello en presencia de Óscar Martínez y frente a una tinta negra de Fabres y Costa.-Santi Otero

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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Manuel Cabello de Alba era un niño cuando su abuelo materno, Enrique Moyano, médico personal y amigo del pintor José Garnelo, presumía delante de sus nietos de la pequeña pinacoteca reunida en casa. Dejaba que la luz del Mediterráneo desvelara los secretos de las pinturas. La semilla del amor por el arte estaba plantada. Y en el caso de Manuel dio sus frutos. Ya de adolescente, a la vuelta del colegio se dejaba atrapar por las exposiciones de las salas cordobesas. Su criterio nunca coincidía con el de los críticos. Aunque sí se cuestionaba sus gustos, nunca se doblegó al dictado de las modas. «Primero pensé que no estaba dotado para apreciar la belleza, luego comprendí que vivíamos en la etapa hegemónica del informalismo, lo abstracto predominaba sobre lo figurativo, y la crítica siempre estaba con el poder dominante». Y en ese momento, convertido ya en un hombre hecho y derecho, adquirió consigo mismo una deuda con esos pintores de los siglos XIX y XX, a la que puso un nombre propio: José Garnelo.

El cumplimiento de este compromiso, compaginado siempre con su trabajo de farmacéutico y la entrega a su familia, ambos frentes a los que siempre pone por delante de su pasión, le llevó a viajar en busca de obras de aquel amigo de su abuelo. La empresa no era fácil. Y amplió sus miras a la adquisición de pinturas de sus coetáneos. Poco a poco, ha reunido una colección de alrededor de 260 piezas y también ha conseguido crear en Montilla un museo dedicado a Garnelo, que, como el burgalés Marceliano Santa María, fue director de Bellas Artes en Madrid.

128 obras salen en exclusiva del gabinete de dibujo de Cabello de Alba y la mayoría se muestra por primera vez al público en la exposición El papel del dibujo, con la que este género vuelve a Cultural Cordón tras las muestras Líneas maestras, con fondos del Museo de Bellas Artes de Valencia, en 2010, y Dibujar la mirada, con los del Museo de Bellas Artes de Córdoba, en 2006.

Fortuny, Sorolla, Darío de Regoyos, Ramón Casas, los Madrazo, Zuloaga, Julio Romero de Torres, Domínguez Bécquer o Mariano Benlliure llaman la atención de este conjunto, completado con un puñado de dibujos procedentes de Italia, Francia e Inglaterra. Pero Cabello de Alba se olvida de nombres propios y desvela que el único criterio que le ha guiado ha sido la belleza.

«Había que encontrar obra de mérito. Todos los pintores tienen cosas buenas, malas y regulares, algunos salvan estas últimas con la firma, pero a mí esta no me vale, a mí solo me vale la belleza», reitera y la elección de la pintura Academia, de autor anónimo, como una de sus favoritas, delata la sinceridad de sus palabras.

Este mismo camino ha escogido el director de Arte de la Fundación Caja de Burgos, Javier del Campo, en la producción de El papel del dibujo, que permanecerá a orillas del Arlanzón hasta el 30 de abril.

«Quisimos que fuera la propia obra y los propios artistas los que nos transmitieran esa intensidad, esa verdad y esa pasión», señala y añade que los fondos del coleccionista cordobés encierran «una lección sobre lo que es hoy nuestro arte y lo que ha sido».

«Muchos de estos autores lo fueron prácticamente todo en vida, muchos concitaron el interés del mercado internacional, fueron directores del Museo de Bellas Artes, de la Real Academia de Bellas Artes, del Museo del Prado, de la Academia de España en Roma, ocuparon puestos de responsabilidad, y hoy son nombres ocultos que ni siquiera figuran en los márgenes de las bibliografías relativas a la historia del arte español», observa al tiempo que lo lamenta porque «cuando uno se detiene en estas obras le resulta imposible no santiguarse por ellas, por la enorme fuerza que despiertan».

No se olvida tampoco de esa otra ya citada nómina de artistas «que lo son todo en la historia» también presentes en esta exposición que irrumpe en ese íntimo momento en el que el trazo de una mano más o menos reconocida torna en mágico un simple papel.Para profundizar

Catálogo. El papel del dibujo cuenta con un catálogo que incluye colaboraciones del coleccionista, Manuel Cabello de Alba, de José Antonio Cerezo, director del Museo Garnelo de Montilla, y de José María Palencia, su homólogo del Museo de Bellas Artes de Córdoba. Como novedad, si se compra en la sala, se envía al domicilio de forma gratuita.

Visitas guiadas. La muestra abre de martes a sábado de 12 a 14 y de 18 a 21 horas y domingos de 12 a 14 horas. Se hacen visitas guiadas martes y jueves a las 20 horas. Los grupos las pueden reservar en el número 947 25 65 50. Además de en español, se ofertan en inglés y francés.

Accesibilidad. Signo-audioguías adaptadas para personas con diversidad funcional auditiva.

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