Año cervantino con pincelada de Ciruelos

Anunciada estaba la presencia de Cervantes en el Palacio de la Isla con motivo del cuarto centenario de su muerte. Se desconocía hasta ahora que su más insigne criatura, Don Quijote de la Mancha, cabalgaría hasta tierras burgalesas en el pincel de Modesto Ciruelos. Un óleo suyo con el Caballero de la Triste Figura presidirá este año el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.

Su director, Gonzalo Santonja, agradecía ayer el gesto a su hija, María Ángeles, y a su nieto, Jesús Ausín. Es más, les arrancó el compromiso de que una reproducción del original se mantenga más allá de diciembre en la entrada de este noble edificio.

Este literario altar encabezado por la citada pintura se completa con otras pequeñas figuras de don Quijote y de Sancho Panza hechas a tinta en los márgenes de ejemplares del ABC en los años setenta, además de un ejemplar de una edición de Ramón Sopena de 1936 de la biblioteca personal de Ciruelos, sobre la que Santonja también conminó a la familia a «trabajar sobre ella».

Jesús Ausín llamó la atención sobre la fuente de inspiración que siempre fue la literatura en la obra del artista. «Su biblioteca siempre le acompañó, rodeaba su espacio vital pictórico, y era momento de descanso, reposo, nuevas ideas... y de ahí surgían figuras, paisajes o retratos de literatos como García Lorca, Cela o Eugenio D’Ors», señaló.

Los actos del Instituto de la Lengua en este año cervantino no se quedan aquí. Santonja adelantó ayer la publicación y próxima presentación de una edición realizada por Valle Inclán de La guarda cuidadosa, de Cervantes, con un estudio crítico del propio Santonja, Ignacio Arellano y José María Díez Borque. También está prevista una exposición de Venancio Blanco, otra con las ediciones de El Quijote alumbradas en la Comunidad, una publicación en la que jóvenes escritores se acercarán a esta novela, un ciclo de charlas que relacionen los temas cervantinos con la actualidad...