Una Roulotte sin frenos

La Roulotte echó a andar hace siete años. Un grupo de alumnos de la Escuela Municipal de Teatro quiso continuar y volcar en el escenario todo lo aprendido en las aulas. Se constituyó en Asociación Juvenil. Debutó el 24 de enero de 2009 con Todas somos compañeros, de Jaime de Armiñán, en el Centro Cívico de San Agustín. Tres años después apostó por Miguel Mihura y Maribel y la extraña familia. Ni se imaginaba que cuatro años después seguirían en la carretera con esta comedia. Y lo que te rondaré morena.Han encontrado un filón en los certámenes nacionales de teatro amateur que se convocan en numerosas localidades españolas. Rara es la cita de la que llegan a casa con el equipaje vacío de trofeos. Los últimos, Mejor Grupo de Teatro y Mejor Actriz de Reparto a Nuria Álvarez, se los trajeron hace una semana de la Muestra de Teatro de Biescas, donde coincidieron con El Duende de Lerma, que con su Lazarillo de Tormes también se está acostumbrando a la corona de laureles.Huesca ha sido la última de una lista inabarcable: Malpartida (Cáceres), Ciudad de Utiel (Valencia), Carrión de los Condes (Palencia), Ciudad de La Bañeza y Villa de Carrizo (León), Villa de Vitigudino y Guijuelo (Salamanca), Zaragoza, ¿Teatro Verás? de Almáchar y Villa de Ardales (Málaga)...

Nuria Álvarez, una de las fundadoras de la compañía, localiza el secreto del éxito en el texto de la obra, el renombre de su autor y el tratarse de una comedia.«El punto tétrico que le hemos dado nosotros, intensificando el suspense, también ha influido, aunque luego depende mucho del sitio donde vas. No creo que tengamos nada de especial respecto a los otros grupos», conjetura y reconoce el empujón que les han dado estas convocatorias desperdigadas por toda la geografía española... salvo en Burgos.Lamenta que en la provincia solo exista el organizado por Félix Yáñez en el Territorio Artlanza de Quintanilla del Agua -el convocado por la Diputación es de ámbito provincial- y considera que se podría trabajar para contar con uno.«Hay pueblos grandes y con el suficiente peso teatral. Cuando vamos por ahí siempre nos hacen referencia a la cantidad y la calidad de grupos que hay en Burgos. Además hay muchísima afición al teatro y que solo tengamos ese certamen, que, además, se hace de forma privada, es una pena», reivindica la intérprete y mira con envidia a esos pueblos de en torno a mil habitantes en los que actúan que «tan bien promocionan las artes escénicas».La posibilidad de vivir este ambiente y de compartir experiencias con otros colegas, dice, es incluso más importante que todos los galardones conseguidos.La apuesta por Maribel... y por representarla donde ha sido requerida les ha llevado incluso a tener actores en el banquillo. Los titulares tienen compromisos laborales y familiares que no siempre es fácil cuadrar con el trajín de la escena y «era hacerlo así o decir no». Son las cosas del teatro aficionado.

Y es que en ningún momento se han planteado dejar este apellido para adoptar el profesional.«Nosotros nunca hemos aspirado a ello. Nacimos como asociación juvenil, ahora seremos cultural porque vamos cumpliendo años, aunque siempre lo hemos hecho con la mayor profesionalidad, dando lo mejor de cada uno de nosotros, y siempre por amor al arte, no porque queramos ganarnos la vida con ello», advierte y matiza que esta filosofía no impide que algunos de sus integrantes sí sueñe con llegar a ser profesional o ya lo sea. «Pero La Roulotte como Roulotte va a seguir siendo asociación y que dure muchos años», ataja Álvarez, que fundó este grupo junto a Beatriz Ortiz, Beatriz Moreno, Yésica Rioja, Fernando Ballesteros y Libertad Sánchez, al que luego se unió Tati Sastre, y que entre los que van y vienen cuenta con María José Romero, Ángela Sastre, Daniel Jaén, Mario Santamaría...La contrapartida a este infatigable periplo de Maribel..., al que se suman también las funciones de las otras obras, es la falta de tiempo para la preparación de nuevos montajes. Al tercero, Las hadas de las nieves (2013), en versión de calle y sala, le seguirá pronto otro. Álvarez avanza que ya están trabajando en el cuarto. Pero tan embrionario es el proyecto que ni el nombre adelanta por si se chafa o se alarga en el tiempo mientras siguen devorando kilómetros.