El Correo de Burgos

Artes escénicas

‘Troupe’ de teatro en verano

Las compañías burgalesas combinan la agenda capitalina con funciones fuera y, aunque el trabajo es constante, se cuidan mucho de lanzar las campanas al vuelo. Aún no tienen motivo

Maricarmen, la mujer del General Centeno, regresa a la galerías de la fortaleza.-Israel L. Murillo

Maricarmen, la mujer del General Centeno, regresa a la galerías de la fortaleza.-Israel L. Murillo

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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El General Centeno con sus locuras y sus corduras, una casquivana Gigantilla con poderosas razones y presta a subirse las enaguas al menor descuido, un pardillo Rodrigo Díaz de Vivar cincelado a su gusto por la Historia, una llorosa y sentimental doña Jimena, un mayordomo que conoce hasta el último secreto del palacio de los condes de Castilfalé, dos buscavidas tras los pasos del caballero de la triste figura, un pequeño príncipe que habita entre la fantasía y la realidad... Esta troupe de personajes, más o menos conocidos, entre otros muchos, pisará la alfombra roja que la ciudad extiende este verano al teatro.Las calles del centro histórico, el Castillo, el Palacio de Castilfalé y el Museo de la Evolución Humana (MEH) tornan en escenarios para albergar las propuestas de, mayoritariamente, compañías burgalesas.Muchas repiten del año anterior. Otras se asoman como novedades. Y algunas irrumpen en plena gira.Arranca mañana la animación teatral de la fortaleza medieval realizada por Ronco Teatro. El General Centeno y su esposa, Maricarmen, volverán a guiar a los visitantes por las galerías subterráneas trufando los datos históricos con anécdotas cotidianas que aligeren ese peso.

Estas piedras albergarán un año más a los actores de Bambalúa Teatro. Abrirán de nuevo su particular diccionario histórico burgalés en Burgati, programado por segundo año consecutivo para regocijo de propios y extraños. Catorce funciones que se iniciarán el 29 de julio.

Importante es el capítulo que Rodrigo Díaz de Vivar interpreta en el devenir local. Y los focos se centrarán en este personaje, en su lado público y en el más íntimo, en la veterana ruta teatralizada Rodrigo Vs Ruderico. Echará a andar el 18 de julio y se quedará hasta el 24 de agosto durante 18 citas.Teatro e historia son una pareja bien avenida durante el periodo estival. Este año se estrenan algunas. He ahí la formada por Cal y Canto y el Monasterio de San Juan, que aún tiene pendientes seis encuentros de Memento mori. Y también la de Arawake Theater y el Palacio de Castilfalé. Rompieron el hielo las pasadas Navidades y ahora vuelven a hacer manitas en El mayordomo de palacio, durante julio, agosto y septiembre.Un tinte distinto destila el programa que desarrolla el MEH. Teatro de sala que romperá la rutina del viaje a los orígenes del hombre bien en el salón de actos, en la sala de exposiciones temporales o en la permanente. Las Pituister abren fuego el martes con el espectáculo familiar Clowns con mucho cuento y siete compañías más seguirán sus pasos con sendas representaciones hasta septiembre.La troupe ya ha aparcado la furgoneta. El verano es una época de frenético trabajo en las artes escénicas. La agenda de cuatro compañías ratifican esta aseveración. Sus representantes, también. Los matices aquí son importantes. Y quien más quien menos rechaza hablar de remontada. Todavía queda mucho partido por jugar. En los comentarios: Andrés García (Ronco Teatro), Sito Matía (Bambalúa Teatro), Jorge Da Rocha (Arawake Theater) y María Jesús Gutiérrez (Las Pituister).Andrés García (Ronco Teatro): «¿Remontada? hay que esperar un año más»Andrés García coge el teléfono tras dar las penúltimas puntadas a la recreación histórica de los Monteros de Espinosa, que ayer estrenaron en la sede de la Guardia Real, en el Palacio de El Pardo en Madrid, antes de llevarlo de nuevo a Espinosa de los Monteros el último fin de semana de julio.

Encontrar al cofundador de Ronco Teatro en una de estas no es algo excepcional en verano. Viajan en el tiempo en Espinosa y en Santa María del Campo con Juana la Loca. Pero también a primeros del siglo XX en el Castillo capitalino con un inquieto general y a la Edad Media para retratar al Cid Campeador más y menos conocido en la ruta Rodrigo Vs Ruderico.

«Fuera de esto, apenas tenemos media docena de bolos, pero yo lo agradezco porque llevamos a tope desde septiembre, con varios estrenos, enlazando un proyecto tras otro», reconoce. «Como compañía, firmo, aunque a veces no sabes si esto será como con el cerdo, engordar para morir», bromea, aunque se muestra cauto cuando se le sugiere la salida de la crisis de las artes escénicas. No está la cosa para lanzar las campanas al vuelo, de momento.

«Para ver si hay remontada o no, casi diría que hay que esperar al año que viene y ver si se va para arriba o para abajo. Nosotros, de momento, mantenemos las programaciones habituales. Solo se han suprimido tres funciones en Rodrigo...», observa.

La pregunta es: ¿Este aumento de las contrataciones es a costa de unas condiciones precarias? «Nosotros nunca hemos tenido unos cachés desbordados ni desmedidos. Siempre han sido muy ajustados. A mí me interesa más actuar que hacerme rico con un bolo, que es muy difícil. Nuestra compañía siempre intenta mantener una condiciones óptimas para nuestros actores. Eso es lo que más nos importa. Si alguna vez hemos tenido un presupuesto más corto, lo consultamos con ellos. Y creo que ahí nadie puede llevarme la contraria y no todas las compañías pueden decir lo mismo», contesta y añade, imbuido por el lugar desde el que habla, que decir esto le llena de orgullo y satisfacción.

 

Sito Matía (Bambalúa Teatro): «Salen bolos pero los cachés siguen cayendo»Villanueva de la Serena (Badajoz), Burgos, Serrada (Valladolid), Madrid, Brizuela, Tordesillas (Valladolid), Itero del Castillo, Nidáguila, Villafruela, Coruña del Conde, Castrojeriz, Hontanas, San Sebastián (Guipúzcoa), Portugalete (Vizcaya), Pedrajas de San Esteban (Valladolid), Villarmentero, Pedro de Río Urbel, Peñafiel (Valladolid), Alegría-Dulantzi (Vizcaya), Burgos, Distrito Vallecas (Madrid), Baños de Río Tobia (La Rioja) más las catorce funciones de Burgati, en la fortaleza capitalina.

Esta esa la gira de infarto que afrontará Bambalúa Teatro en julio, agosto y septiembre. Y no hay más plazas porque ellos mismos han dicho basta. ¡Hasta Dios dicen que descansó el séptimo día!

Además de la propuesta nocturna, la quinta producción en once veranos ininterrumpidos, moverán Cacharros, Frankristina y Quijotadas, el montaje estrella por los 400 años de la muerte de Cervantes.

«Hemos estado a punto de tener catorce bolos seguidos. Es imposible. Además con los cuatro espectáculos», resopla Sito Matía, miembro de la compañía burgalesa.

Y aunque estos primeros párrafos inviten a dar palmas con las orejas, no es oro todo lo que reluce. «Bolos se sacan, pero muchos cachés han bajado incluso a la mitad», advierte y, aunque habla en general, también dirige su mirada al Ayuntamiento capitalino.

Tan al límite ha jugado que, desvela, a punto han estado de abandonar Burgati. «Nos daba rabia porque el año pasado fue lleno total. Incluso en las últimas se quedó gente fuera», recuerda y se felicita por que finalmente saliera adelante, aunque harán tres funciones menos.

Lamenta que siempre se racanee en los presupuestos de Cultura, pero no le sorprende. «Ya estamos habituados. Estos años hemos estado trabajando con pegas y te cansas porque a nivel profesional y de calidad va en nuestra contra. Es lo que hay. El resto de compañías de Castilla y León está igual», anota y reconoce que, con todo, para ellos este año será de estabilidad.

«No nos ha pasado nada que nos descabalgue el presupuesto -el año pasado les robaron la furgoneta-, pero sí es verdad que los cachés siguen a la baja, continúan llamándote para ir a taquilla, y no siempre sale rentable», insiste y agrega que, además, las cuentas deben salir para la nueva producción que prepararán en otoño. Nada puede decir de ella. Será en septiembre, con un descanso merecido, cuando le dediquen sus desvelos.Jorge Da Rocha (Arawake Theater): «Las cosas llegan, pero se deben pelear mucho»De un tiempo a esta parte, el Palacio de Castilfalé se ha integrado en el recorrido turístico burgalés. Esta visita se enriquecerá este año con la presencia de un gran conocedor de los vericuetos de este inmueble y de los secretos de sus moradores. El mayordomo de palacio es la propuesta de Arawake Theater, que se valdrá de las nuevas tecnologías y del humor, marcas de la casa, para avivar el recorrido.

El espectáculo, planteado a modo de escenas sueltas intercaladas en el trazado turístico habitual, se suma a la oferta teatral del verano tras un primer tiento realizado en Navidad. Es la primera vez que Arawake como compañía se mete en este terreno, no así su artífice, Jorge Da Rocha, que ha participado con Bambalúa en alguna de sus creaciones para el Castillo. ¿Quién dijo miedo? «Como estoy yo solo, las condiciones son mejores. Las cosas llegan, pero se tienen que pelear mucho, ha estado a punto de caerse muchas veces...», señala y alude a las trabas que Intervención pone al Instituto Municipal de Cultura (IMC). «Hemos ajustado, pero sin pillarnos los dedos», anota feliz con las 16 funciones que tiene por delante (la primera, el 27 de julio).

Más allá de esta nueva aventura, también estará con Principesso en el MEH (14 de julio), participará en el I Festival de Mapping y Vídeo Arte en Medina del Campo el 13 de agosto y estrenará su nuevo espectáculo, Y tú qué sabes de... Miguel de Cervantes, en la Feria de Teatro de Castilla y León en Ciudad Rodrigo (del 23 al 27 de agosto) antes de hacerlo en noviembre en Burgos y después de realizar sendos preestrenos en Portugal y en Gran Bretaña.

Una experiencia que le ha servido para comparar la situación del teatro en unos y otros sitios. Y le ha sorprendido que el país vecino mime a sus artistas más que en España, pese a que la crisis le ha golpeado quizás más duramente.

El verano es, sobre todo, sinónimo de calle. Por eso, la joven compañía, más enfocada a bibliotecas, museos y colegios, se meterá en cocina para preparar el trabajo de cara al otoño. «Está siendo muy difícil llegar a los programadores porque lo que hacemos es tan sumamente nuevo que no lo comprenden. Puede estar muy chulo o no, pero sobre el papel no se entiende. Tienes que ir al despacho, enseñar cómo usamos la tecnología para hacer teatro y eso lleva mucho desgaste, aunque parece que poco a poco va calando», comenta Da Rocha, que se ha pateado muchas instituciones vendiendo su libro. Caminante no hay camino, / se hace camino al andar.

María Jesús Gutiérrez (Las Pituister): «Se ve un repunte. el público quiere calidad»

El Museo de la Evolución Humana se ha convertido en un potente agente cultural. Música, teatro, exposiciones... Ha encontrado una buena receta para atraer hacia sus instalaciones al público, sobre todo el burgalés, con propuestas, además, muy asequibles. Quien puede, puede. Libre es la entrada a los ocho espectáculos que se aúpan a su programa de teatro en verano, que abren Las Pituister, un veterano grupo burgalés, el martes con Clowns con mucho cuento.

«Está muy abierto a recibir propuestas y a participar con las compañías de Burgos. Nosotras hemos presentado varios proyectos, algunos han salido, otros no, pero hay muy buena comunicación. Es un espacio diferente que en algunos casos te permite hacer intervenciones que otros no dejan», sostiene María Jesús Gutiérrez, una de las mitades de este dúo de payasas.

Será su única incursión en la agenda capitalina, junto a la ya clásica en las fiestas de San Pedro. No están acostumbradas a hacer más a orillas del Arlanzón. Sí saldrán a algunos pueblos de la provincia. Además del espectáculo familiar que llevarán al MEH, giran con dos para adultos, El maravilloso mundo de las otras crisis y Grandes dudas de la humanidad.

Desde su atalaya de compañía con trayectoria, disecciona la realidad sin grandes aspavientos. «Nosotras estamos tranquilas. Ya no es como hace unos años que estabas todo agosto literalmente de función. Todo está más relajado», habla de su propia experiencia y cree que también tiene mucho que ver la apuesta por otras disciplinas como la música o la gastronomía. «El teatro está ahí, ha bajado un poquito, pero sí noto cierto repunte», prosigue y cree igualmente que estos años de crisis en los que los programadores han primado el dinero sobre la calidad han servido para poner en valor a los profesionales. «La gente se da cuenta y se decanta por lo bueno. No es tonta», advierte y, como todos, han tenido que ajustar los cachés.

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