Banderas que recuerdan 40 años de tradición
Arranca el Festival de Folclore con una inauguración especial y emotiva en la que participó Gonzalo Navarro, el primer presentador que tuvo el evento / Se rindió un pequeño homenaje a Elena Munguía, directora de la academia que lleva su nombre, recientemente fallecida
Las 84 banderas de los países participantes de las 40 ediciones del Festival de Folclore de Burgos.-RAÚL G. OCHOA
Burgos se internacionaliza, hasta el próximo 16 de julio, para acoger a las culturas de varias partes del mundo. 40 años son muchos, o pocos, según se mire, si bien el Festival de Folclore forma parte de los burgaleses, que no conocen un verano sin la celebración de este gran evento. Un buen motivo para darle un toque especial y a la vez emotivo a su inauguración, comenzada a las 21 horas, como manda la tradición.
En esta ocasión, y como se merece, se dividió en dos partes. La primera para hacer el recordatorio a esa onomástica, que se dice pronto, pero por cuyo camino han pasado muchos países, muchos alegrías y amigos que lo serán para siempre. Nostalgia que se palpó al ver desfilar las 84 banderas de los países participantes a lo largo de todas las ediciones. Acompañados por la música, el aplauso de cientos de asistentes se oyó retumbar en la plaza del Monasterio de San Juan.
No hubo mejor manera para empezar que la unión de todos los participantes, los de fuera y los de aquí, ofreciendo una actuación conjunta de la danza de La Canastilla.
Los grupos de Sudáfrica, Argentina, Chile, Brasil, Macedonia y el español de Ciudad Real formaron un todo junto a los burgaleses del Comité de Folclore, organizador del certamen, para mostrar lo que mejor saben hacer. Echando la vista atrás, muchos han sido los que se han involucrado en este festival. Para esta ocasión se han querido rescatar a varios presentadores de los primeros años, como Gonzalo Navarro, veterano como el que más, miembro del grupo de danzas Justo del Río. No en vano fue el primero que se lanzó al escenario para compartir, con los que estuvieron por aquel entonces, una recién nacida edición. Conmovedor encuentro con los actuales, Jose Ignacio Alvárez y Regina Peñacoba, con los que rememoró aquella época.
La nota triste la puso el reciente fallecimiento de Elena Munguía, directora de la academia que lleva su nombre y miembro honoraria del comité de folclore. Después de hacer un breve recorrido de su trayectoria, el festival quiso rendirle un homenaje colocando en una silla de la primera fila un ramo de flores en su recuerdo, como si estuviera presente viendo el espectáculo.
Pero el espectáculo tiene que continuar. Gastronomía, artesanía, música y baile, mucho baile, es lo que todavía queda por disfrutar.