El Correo de Burgos

Entrevista a la actriz y productora Eva Manjón

«La locura es un punto de valentía»

Nunca ha cortado las raíces con la ciudad donde nació hace 34 años, aunque cada vez tenga menos tiempos para enfilar la A-1 desde Madrid. Allí se fue con 19 años para ingresar en la Resad y allí, entre zancadillas y aplausos, va alcanzando sus sueños. El último, llevar a las tablas la figura de Sara Montiel

Eva Manjón, el viernes pasado en el escenario del Teatro Principal.-Santi Otero

Eva Manjón, el viernes pasado en el escenario del Teatro Principal.-Santi Otero

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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Eva Manjón se mira feliz en el espejo. Tarde calurosa de verano. Está sola en el camerino del Teatro Principal. Apenas quedan unas horas para que salga al escenario y sus recuerdos se remontan a su adolescencia y sus primeros pasos de baile con Alberto Estébanez. Él la llama ahora para participar en la clausura del Burgos-Nueva York. Y ella dice sí. Es una oportunidad para promocionar su próximo proyecto, el espectáculo teatro-musical Mi última noche con Sara, el niño de sus ojos y el que le ha empujado a crear su propia productora, Evita Produce. Se estrena el 19 de agosto en Campo de Criptana y, si nada se tuerce, recalará en otoño a orillas del Arlanzón.Esta inminente e importante cita se suma al inmediato inicio de la grabación de nuevos capítulos para la serie Seis hermanas, a la que vuelve con personaje fijo. Tanto frente abierto la impedirá acudir a la reunión anual de primos en Sotresgudo. Otro año será. El mundo de la escena, en el que tan feliz es, es así.Pregunta- El estreno la espera a la vuelta de la esquina. ¿Qué siente?

Respuesta- Estamos nerviosos y emocionados. Ya estamos con los ensayos a tope. Son muchas cosas. Esto es una locura. Hay mucho que gestionar cuando eres productora, directora artística y además protagonista. Son muchos frentes abiertos, desde la web del espectáculo a la venta de entradas, los contratos de los trabajadores, el diseño de luces, el vestuario, la edición del disco, que ya se ha grabado...P.- ¿Evita Produce es un sueño o, en estos tiempos, una pesadilla?

R.- Yo siempre he querido dirigir / producir y siempre he sabido que podía hacerlo. Pero no tenía el proyecto con el que dijera ‘ahora’. De momento, está siendo un regalo. También mucho esfuerzo, horas de trabajo, riesgo económico, nervios en el estómago..., pero estoy feliz. Mola la sensación de controlar el proyecto. Nadie te pone pautas. Estamos siendo muy libres.P.- Con tanta responsabilidad, algo le quitará el sueño...

R.- ¡Claro! La chapa y pintura (mira hacia el maquillaje extendido en el tocador) es para taparlo. Hay preocupaciones económicas, ansiedad, pero yo tengo claro que va a gustar. Un estreno es un estreno. Como siempre, se llegará como se llegue, con más o menos prisas, más o menos rodados, pero sé que gustará porque es precioso, no tengo ninguna duda. El guion es perfecto, las canciones son maravillosas, los actores son impecables... A nivel artístico no tengo absolutamente ningún miedo. Ninguno. Y, además, hace mucho tiempo que mucha gente espera algo de Sara. Cuanto más me meto en el proyecto más me doy cuenta. ¡Hasta me han escrito de Sudamérica y México! Estaba como enterrada, la prensa rosa ha provocado su olvido, pero tiene su público y más del que creemos.P.- Si tantas ganas había de Sara. ¿Por qué ninguna productora se ha lanzado a apoyar este montaje?

R.- No tengo ni idea. Es una pregunta que llevo haciéndome dos años. En una ocasión escuché que no había ninguna actriz en España que pudiera encarnarla porque era muy completa, muy especial, porque tenía una voz muy distinta... ¡Y ahí es donde yo me agarro! A esa voz que también puedo tener yo.P.- Parece que sí hay actriz...

R.- Actriz como Sara no la habrá nunca. Yo me acerco a ella con chapa y pintura, mucha interpretación y jugando al trampantojo con el espectador y su recuerdo de ella. Lo hago desde la admiración y el cariño, nunca por querer suplirla.

P.- ¿Hay que ser valiente o estar loca para abordar este proyecto?

R.- La locura es un punto de valentía. Hay que ser valiente. Yo sé que me la juego. No solo económicamente, puede que haya una crítica mala, pero esta carrera es así, sentada en el sofá esperando a que te llame el productor no puedes seguir. O eso o te buscas otro trabajo.P.- ¿Tiene tablas para encajar esas posibles malas críticas?

R.- Las críticas malas siempre duelen. Pero no puedes hacer nada. Una mala tarde la tiene cualquiera. Pero nunca son absolutas. Es la opinión de una sola persona o de cinco. Es subjetivo.P.- ¿Cuál es el encanto de un musical?

R.- Mi padre decía ‘no entiendo por qué en los musicales se ponen a cantar y a bailar de repente’. Ese absurdo de contar una historia desde la música y el baile hace que la vida sea diferente, si es algo malo se convierte en algo terrible y si es bueno torna en maravilloso. El encanto del musical es que es una recreación mágica de la vida.P.- ¿Se pone música antes de salir al escenario?

R.- Hay mucha gente que sí, pero yo me concentro en silencio.P.- ¿Cómo son esos minutos antes de pisar las tablas?

R.- Soy una actriz un poco petarda que necesita espacio, tranquilidad y tiempo para prepararme.P.- Además de este niño de sus ojos. ¿Qué otros proyectos bullen en su agenda?

R.- Acabo de hacer un corto, Una familia de verdad, cuatro días de rodaje intensísimos, los cortos son muy heavys. Y ahora empiezo a grabar Seis hermanas, donde entró en el núcleo base de la serie como personaje fijo.P.- Recuperan a La Cachetera, personaje que ya tuvo veinte capítulos el año pasado...

R.- Sí, en este caso más a Amalia que a La Cachetera, con tramas muy fuertes, que se empezarán a emitir a principios de otoño.P.- ¿De las que puede decir mu?

R.- Algo sí. Es un personaje que vuelve inesperadamente, con un registro amplio porque pasa de la indigencia más absoluta a convertirse en la amante de un prestigioso y conocidísimo político de la sociedad madrileña. Conseguirá sus propósitos, pero pagando un precio alto. Y hasta aquí puedo leer.P.- ¿Cuándo se producirá su salto al cine?

R.- Pues eso digo yo. No lo sé. Espero que pronto. A ver si la serie es el trampolín.P.- ¿Y el musical? ¿Puede abrir la puerta a otras propuestas?

R.- Este proyecto está bendecido desde el primer día. Lo siento así por dentro. Lo digo con toda la emoción del mundo. Sara está por ahí trajinando...P.- ¿Es supersticiosa?

R.- Uy, eso da muy mala suerte (risas). No, yo confío en las cosas bien hechas y en el esfuerzo. Y estamos trabajando mucho. No somos una productora con veinte años de experiencia ni otras tantas personas en la oficina.P.- ¿Qué pros y qué contras tiene ser una productora novata?

R.- Los pros supongo que son la frescura y la ilusión, muy alta, y los contras, que te la pueden colar. Quizás también hay más nervios, te lo tomas todo más a la tremenda. Como cuando uno tiene el primer hijo, que no es lo mismo que el segundo.P.- Preferirá estos tiempos de frenética actividad a los de esperar una llamada, que habrá habido...

R.- Qué si ha habido... ¡Los que más! He tenido momentos horribles, como muchos actores, de no recibir ninguna llamada, de pensar qué hago con mi vida. Por eso surge Evita Produce, de la necesidad de controlar tu carrera, de no estar a expensas de otro... Ha habido muchos momentos muy malos y muchísimos de no llegar a fin de mes.P.- ¿Y de decir ‘tiro la toalla’?

R.- No, nunca ha sido una opción. No sé hacer otra cosa, aunque he trabajado de dependiente, poniendo copas... Afortunadamente, llevo quince años pagando las facturas con el teatro y con el arte, que es un regalo.P.- ¿Se ha pegado muchas tortas?

R.- Sí, unas cuantas. Muchos noes en los castings y también de negativas a última hora para protagonizar una serie porque no eres famosa.P.- ¿Tiene tiempo de pensar en el futuro? ¿Cómo lo ve?

R.- Ya tengo en marcha otro proyecto, Musas de Hollywood, un homenaje fotográfico al cine clásico. Me estoy caracterizando como grandes actrices con la ayuda de Clara Bilbao y las fotografías de Guillermo Asián. Recreamos escenas de sus películas. Se trata de hacer ruido. Ya tenemos de Marilyn Monroe, Liz Taylor, Judy Garland... El fin último es una exposición y una publicación.

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