II Foro de la Cultura / Conferencia
«En España se hacen milagros en investigación»
Margarita Salas aplaude la calidad del trabajo científico «a pesar de la poca financiación», que sitúa a nuestro país a la cola de la UE
Margarita Salas, durante su intervención en el Aula Romeros.-Santi Otero
La repercusión que el desarrollo de la biología molecular desde los años cincuenta del siglo pasado a la actualidad ha tenido en el bienestar de la sociedad actual, en el diagnóstico de enfermedades, también en su cura, marcó los pasos de la conferencia que Margarita Salas, científica española pionera, que ha abierto paso a muchas de las mujeres que hoy trabajan en los laboratorios, dio ayer en la Universidad de Burgos.Una sonrisa se dibujó en el rostro de la que fuera discípula de Severo Ochoa cuando, minutos antes de iniciar su intervención en el Aula Romeros, se le preguntó si esos avances se deben al tesón de científicos como ella o al apoyo de la Administración a la investigación.«Depende de dónde. En España, desgraciadamente, la ciencia no está especialmente apoyada. El porcentaje del PIB que se emplea en investigación ronda el 1,3%, mientras que la media de la Unión Europea está en el 2%. Estamos muy a la cola. Hay que aumentar bastante más la financiación de la ciencia. Pero, a pesar de esa poca financiación la investigación que se hace en España es de buena calidad. Se hacen milagros», contestó la bioquímica asturiana al tiempo que advertía que esta situación viene de lejos, aunque «es verdad que ahora por la crisis ha disminuido aún más y estamos todavía peor».Donde sí aprecia una evolución positiva es en la incorporación de la mujer a la ciencia. Llama la atención sobre su presencia mayoritaria en carreras como Medicina, Biología, Bioquímica, Farmacia o Química y resalta como son ellas las que más tesis doctorales sacan adelante. «Esta cantidad de mujeres que hoy empiezan su investigación en un futuro no demasiado lejano ocuparán en el mundo científico la posición que les corresponda de acuerdo a su capacidad y trabajo», expresa.¿Mira a estas científicas con envidia?«No. Cada uno vive la época que le tocó vivir y yo he luchado y peleado por hacerme un hueco en el mundo profesional, científico o no. Ahora, evidentemente, las mujeres tienen que luchar menos para hacerse conocer. Cuando yo empecé la tesis doctoral se suponía que las mujeres no valíamos para hacer investigación, éramos invisibles y ahora ya todo el mundo sabe que las mujeres valemos tanto como los hombres, que no depende del sexo sino de cada persona».Atrás quedó la batalla por hacer valer sus méritos con independencia de llamarse Margarita o Margarito. Ahora es otra batalla la que tiene que librar. La de demostrar que la fecha de su nacimiento es solo eso.«Yo me siento discriminada por mi edad. Ahora no me discriminan por ser mujer sino por ser mayor», enfatiza y confiesa que «se siente uno mal» cuando te miran y te consideran una segundona. Y lo dice una discípula de Severo Ochoa, una profesora de Genética Molecular, que dirige el Instituto de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid dependiente del CSIC, miembro de la RAE, de la Academia de las Artes y Ciencias de Estados Unidos...
Próxima doctora Honoris CausaAntes de sentarse frente a los alumnos en el Aula Romeros para diseccionar la biomedicina del siglo XXI, Margarita Salas se reunió con el rector, Manuel Pérez Mateos, que le propuso a la bioquímica asturiana ser doctora Honoris Causa por la Universidad de Burgos. Una distinción que la científica aceptó y para la que se pondrán en marcha los trámites, que pueden concluir a final de este curso o en el inicio del siguiente. Su nombre se unirá al de Mario Vargas Llosa, Iñaki Gabilondo, Umberto Eco, Luis Rojas Marcos, Félix Rodríguez de la Fuente...