El Correo de Burgos

II Foro de la Cultura / Diálogo

Humor y que me quiten lo ‘bailao’

El exministro de Educación Ángel Gabilondo, el novelista y cineasta David Trueba y el humorista gráfico Antonio Fraguas ‘Forges’ parten una lanza en favor de este sentimiento y apuestan por llevarlo a todos los órdenes de la vida, con mesura

David Trueba, Ángel Gabilondo y Antonio Fraguas ‘Forges’, de i. a d., alargaron la charla durante más de una hora bajo la batuta de la periodista Berna González Harbour.-Santi Otero

David Trueba, Ángel Gabilondo y Antonio Fraguas ‘Forges’, de i. a d., alargaron la charla durante más de una hora bajo la batuta de la periodista Berna González Harbour.-Santi Otero

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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El humor iba a ser el hilo que cosería el diálogo entre el novelista, cineasta y articulista David Trueba, el catedrático de Metafísica y exministro Ángel Gabilondo y el humorista gráfico Antonio Fraguas Forges y desde el minuto uno, desde el breve encuentro con los medios, se dieron las primeras puntadas.«¡Esto parece Ferraz! Sin ánimo de ofender», soltó divertido el autor de Saber perder mientras se deshacía la algarabía de micrófonos, cámaras y grabadoras y ante un portavoz socialista en la Asamblea de Madrid ajeno al comentario. Por eso, cuando la periodista Berna González Harbour, que iba a moderar la charla, anticipó que el humor «como solución a esta España y esta situación política que nos abruma un poco a todos» sería la clave de la conversación, el director de cine volvió a la carga. «Pero el único que se dedica profesionalmente a ello es Ángel...».Y, por alusiones, Ángel Gabilondo dio un paso al frente.«A veces nos creemos que el humor es lo mismo que la gracia, o ser bromista, o ser ingenioso, o ser ocurrente o ser muy molesto para los demás. Yo creo que es algo que nos tiene que acompañar como una forma suprema de inteligencia. Hay mucho gracioso, pero poca gente con humor. Una persona graciosa es muy inquietante y una que se cree graciosa, demoledora», señaló el exministro de Educación, que, más tarde, dejaría el humor fuera para hablar de la necesidad del tan traído y llevado y nunca alcanzado pacto por la educación.«Es indispensable en España. La comunidad educativa lo está pidiendo y debe ser un pacto de Estado, es decir, social y político por la educación y espero que ahora se den las circunstancias para que ocurra. Hay una conciencia general de que debe existir y confío en que todos estemos a la altura. Que nadie piense que puede hacerse olvidando los distintos territorios ni sin hacer un esfuerzo de inversión clara en Educación», dijo al respecto y aseguró que él luchará para que sea así.Antes de meterse en estos jardines, siguió con la aguja y el hilo del humor para hablar del recién estrenado Gobierno. «Se debe tener humor, no como una forma de escapar, sino de acercarse». «Hay que mirar con humor el Gobierno, con mucho humor, pero no sé cómo se hace. Lo intento», confesó Gabilondo y admitió que para conseguirlo ve cada día la tira en El País de Forges que, también por alusiones, se ajustó la corbata y se desmarcó con una de indios.«La vida humana es como una película del oeste, pero en la que mueren todos. Si encima te la vas a tomar en serio, mal lo tienes. El humor es un vehículo para la vida. Es inherente al ser humano. Y, además, es eminentemente femenino», anotó divertido y de ingenio tiró cuando le interrogaron por los memes como las tiras cómicas del siglo XXI.«De memes a memos solo hay una letra. Hay cosas geniales y algunas absurdas. Y es muy curioso como se recicla el humor a través de los tiempos. Ahora memes innovadores son cosas antiquísimas que se han puesto otra vez de moda», sostuvo y, ya en su intervención ante el público, incluiría ahí el que caracteriza a María Dolores de Cospedal como a Miguel Gila y su mítica frase ‘está el enemigo...’ tras convertirse en la nueva ministra de Defensa.David Trueba mantendría el tono que él mismo marcó. El director de Vivir es fácil con los ojos cerrados o Madrid, 1987 declaró que él se tomará la vida con humor «hasta que me lo quiten del todo».

«El humor no es solo encontrar el placer en las cosas, sino hallar el lado ridículo. Es ver el roto en el calcetín a la persona que se da importancia. El humor nos enseña nuestras miserias», destacó.Agregó que, no solo en el mundo de la cultura, «la trascedencia suele encubrir falta de ideas» y observó que, aunque la gente asocie el humor a frivolidad y ligereza, a lo largo de la historia hay ejemplos contundentes de que «a través del humor grandes artistas han conseguido representar mejor que nadie el carácter». Nombró a Cervantes y Quevedo. A Jardiel y Azcona. «Yo al humor no lo miro por encima del hombro en el mundo de la cultura, todo lo contrario», sentenció antes de hablar del nuevo ministro de Cultura, que lo es a la vez de Educación y Deportes y, además, portavoz.

«Supongo que si antes tenía cinco minutos al día que dedicarle a la cultura ahora contará con uno», lamentó y se consoló: «Al final la cultura no depende de la política, como tampoco, en muchas ocasiones, la vida, pero sí que afecta y le hace todo más difícil a la gente si hay incompetentes al mando. Espero que no sea el caso».Este hilo del humor continuó en un distendido diálogo que los tres mantuvieron ya sentados en el escenario del Principal. Allí cosieron un tapiz de la realidad con puntadas de ingenio y con puntos de risa, a veces hasta carcajadas.

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