Exposición
Acuarela para el invierno
Pepe Carazo reivindica este género con una iniciativa que vestirá las paredes de la Sala Círculo Central con la obra de importantes firmas como el murciano Pedro Cano, que inaugura este jueves
Obra inspirada en Patmos (Grecia), donde acostumbran a hacer collares decorativos de los frutos que recogen.-
A nadie se le escapa el eterno idilio entre Pepe Carazo y la acuarela. Lejos de esconder esta pasión, ha presumido de ella y ha hecho todo lo posible para ensalzar a su gran compañera en la vida. Hace tiempo que los desvelos del artista burgalés por que se conozca esta disciplina de la pintura le han llevado a programar exposiciones, colectivas e individuales, en la Sala Círculo Central, tanto con sus propias creaciones como con las piezas que componen la Colección Hermene, reunida por él desde hace décadas y que atesora más de 300 obras de destacadas firmas españolas de la acuarela.Carazo da ahora un paso más y, aunque venía haciéndolo en años precedentes, da un carácter de periodicidad a esa inquietud y orquesta una programación habitual que ha dado en denominar Invierno de acuarela. Se estrena con la obra del murciano Pedro Cano, que este jueves inaugura IX Mediterráneos, una propuesta con más de 50 creaciones que se exhibirá hasta el 19 de febrero.
«Invierno de acuarela es una iniciativa de la Colección Hermene, una cita anual con los colores de agua, que se viene celebrando calladamente desde hace algunos años en Burgos para dar a conocer diversos aspectos de ese universo de color», explica Pepe Carazo en el catálogo de esta primera muestra con etiqueta.Su intención es llamar la atención sobre este género y situarle en el lugar que debe ocupar en el mundo del arte. Para conseguirlo no se limitará a la mera exposición, sino que se completará con otras actividades como conferencias como la que dará el viernes Pedro Cano.Y es que para Pepe Carazo la presencia del artista murciano en Burgos «roza el milagro».
IX Mediterráneos se expone por primera vez en una ciudad de secano, una capital de mar adentro que, sin embargo, siempre ha tenido en la mirada las aguas saladas como demuestra la existencia del Consulado del Mar.Reúne una colección que se deja envolver por la atmósfera de sendas ciudades bañadas por el mar que la da nombre: Alejandría, Cartagena, Estambul, Mallorca, Nápoles, Patmos, Sicilia, Split y Venecia.«Un viaje sentimental saltando a través del inmenso espejo azul cuyo nombre, según el intelectual Predrag Matvejevic, se origina en el hecho de que se encuentra entre tierras. Tierras en las que han nacido las más grandes civilizaciones occidentales y cuya diversidad cultural, lingüística y etnográfica lo sitúan como un lugar único en el mundo», escribe el propio autor en el catálogo de la exposición y que contará a viva voz durante la inauguración del jueves y la charla que dará en la misma sala el viernes (ambas citas a las 20 horas).