El Correo de Burgos

La belleza de lo intemporal

Versos de Elena Larra pasean por el alma de Tierra de Lara de la mano de evocadoras fotografías de Esther Adrián, Eduardo Saiz y Valentín Maeso

Detalle de una de las imágenes que componen la muestra.-RAÚL G. OCHOA

Detalle de una de las imágenes que componen la muestra.-RAÚL G. OCHOA

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L. B. / Burgos
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Elena Larra transmite devoción por la palabra incluso por vía telefónica. Está contenta, emocionada. Lo afirma y no lo puede ocultar. Un buen puñado de los versos que acumulaba para sí han dado el salto y trepan hasta el 31 de mayo por las paredes de la Sala Audi (Espacio de Arte Ural Motor). Una «locura» bendita que la inundado de felicitaciones el teléfono de esta licenciada en Historia -y, como tal, amante confesa «del pasado y los nuestros»- y profesora de Lengua y Literatura. Está contenta porque además pasea con sus poemas por una zona que venera, en la que además hunde sus raíces.Yo quiero quedarme aquí, / madre. / Aquí escuché romper el silencio / de la hierba cuando nace. / Aquí acaricié descalza / la tierra del camino. / Yo quiero quedarme aquí, / madre. / Donde el antaño siento / que llena mis vacíos / haciendo latir el corazón con brío. (Fragmento de Mis raíces)Villaespasa es el pueblo de su familia materna. En sus campos nacen las ‘quitameriendas’ que ilustran el cartel de la cita. El municipio en cuestión forma parte de esa Tierra de Lara a la que mira una muestra que fusiona sus letras con las imágenes captadas por los fotógrafos Esther Adrián, retratista de la tradición; Eduardo Saiz y sus paisajes de la memoria; y Valentín Maeso, testigo de la singularidad de un entorno «por descubrir todavía para muchos».Comparten con Larra, sin haberlo pactado y cada uno «desde su sensibilidad», esas musas que emanan de «la belleza de lo intemporal», como a la autora la gusta llamar a aquello que ha inspirado sus versos: paisajes que encierran rico pasado y anhelan futuro, tradiciones, refugios, silencios, sonidos, luces y sombras, olores, vida... «Lo que no pasa, lo que siempre quedará ahí para quien quiera verlo», explica. Y los cuatro que firman este homenaje al terruño quisieron.Donde las palabras se enredan, / tejiendo leyendas eternas, / haciéndonos volar al pasado / contemplando el futuro con fuerza. (Fragmento de Quintanalara)Ese fondo cobra forma de «lenguaje cristalino, sencillez becqueriana y trazos de la dulzura de Dickinson» con el firme propósito de «remover y hacer sentir» a quien, animado por la instantánea correspondiente, completa la experiencia que le propone la cita con una lectura sosegada de esos versos que, tras este primer paso, ‘huelen’ a libro, el primero de quien asegura «escribir para vivir», y viceversa.Busco entre las páginas, / del desván de mi vida. / Entre las hojas amarillas, / y las líneas torcidas. (...) Una sola palabra, / que se funde como el hierro / se mezcla como el agua. / Para gritarla desde muy dentro / y la puedas escuchar desde allá lejos. / AMOR, dice esa palabra, / AMOR y nada más. (Fragmento de Una sola palabra).Larra está contenta. Nunca se había planteado publicar y ahora ve factible participar del «resurgir» de la poesía que detecta. Ella, no obstante, aporta ya su granito de arena desde las aulas, empecinada como está en fomentar la lectura, «el germen de todo». Asegura que los niños «aman» la poesía, que se emocionan cuando escuchan una lectura adecuada: «Les atrapa el ritmo, la cadencia», explica.Porque he ahí el reto, atrapar. A ello aspira Versos a los míos y a Tierra de Lara. La exposición puede contemplarse en el concesionario ubicado en la carretera Madrid, 10, de lunes a viernes, de 8 a 20 horas y los sábados de 8 a 13 horas.

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