Día Europeo de la Música
Los músicos del Titánic
La lluvia no arredra a los alumnos de la Escuela Municipal, que animaron El Espolón con apenas un breve parón cuando más caía
Las melodías que procedían del templete atrajeron a los viandantes cuando cesó la tormenta.-Raúl Ochoa
Los alumnos de la Escuela Municipal de Música Antonio de Cabezón celebraron ayer el Día Europeo de la Música contra viento y marea. O contra sol y tormenta. Protagonizaron el ya clásico maratón en el templete del Espolón sin apenas salirse una coma del guion establecido. La tromba de agua vespertina caída en la ciudad no arredró a los audaces artistas que siguieron tocando a pesar de la incesante lluvia y de la ausencia de público, que corrió en busca de refugio. Solo un rato, durante el momento de más furia de las nubes, y casi, casi por prescripción de los técnicos de sonido, pararon.Pasada la tempestad, la alegría con la que se iban sucediendo las distintas formaciones sobre el templete, con la directora del centro, Antonia Carmona, como maestra de ceremonias, se contagió al paseo. Poco a poco, la estampa propia del Titánic dibujada minutos antes tornó en otra más cercana a El flautista de Hamelín. Las melodías fluían. Y bajo el templete se reunían gentes venidas de un lado y de otro. La pareja que se lanza a la calle en su caminata diaria paraguas en mano, el grupo de adolescentes que se anticipa a las vacaciones escolares, los parroquianos de la terraza de enfrente sin una silla seca donde sentar el culo...Al pie del cañón también se mantuvieron padres y familiares de los pequeños y grandes artistas. Algunos agradecían el ambiente dejado por la lluvia frente al sol de justicia que los había acompañado en los primeros compases de esta fiesta de la música.Y es que pasaban unos minutos de las cinco de la tarde cuando empezaron a sonar las primeras notas al piano. Luego llegaría la agrupación de guitarras de la profesora María Colina, la orquesta dirigida por Pablo Abad, el coro de adultos guiado por David Tomé, el combo creado en las clases de David Fernández, los alumnos de guitarra eléctrica comandados por Roberto Ordóñez, el grupo All of me-Imagine, de Antonia Carmona, los discípulos de flauta y la agrupación de vientos armada por Roberto Mateo, el coro de jóvenes de Berta Palencia y el combo orquestado por Andrés Martín.Canción a canción, bailarían las notas sobre el pentagrama hasta el anochecer.