El escenario, un mundo no tan lejano

El miedo y la incertidumbre ante la muerte, el valor de la amistad, la obsesión por la mayor eficacia, la impenitente búsqueda de la felicidad, la necesaria lucha por los sueños, la reivindicación de una mayor visibilidad de la mujer, la dramática situación de los refugiados... Estos temas marcan el devenir de las personas y de la sociedad. También de los escenarios. Las compañías que participan en la categoría de Danza Moderna y Contemporánea del 16 Certamen de Coreografía Burgos-Nueva York compiten con piezas inspiradas en esa realidad.Triple suerte, de César Antonio Ibarra e Ilse Daniel Vázquez (Costa Rica); Agua, de Chey Jurado (España); It’s between us, de Joseph Toonga (Inglaterra); Keller, de Giovanni Insaudo (Italia); The golden age, de Matteo Carvone (Italia); Dosis, de Marina Fullana y Laura Lliteras (España); y Watcher, de Hung-Chung Lai (Taiwán) abrieron, aunque con unos minutos de retraso sobre el horario previsto por el apagón de luz, el concurso anoche en el Teatro Principal.Unas horas antes, sobre las mismas tablas, ajustados a un guion cronometrado, cada grupo realizaba los últimos ensayos, probaba luces y se familiarizaba con la escena antes del momento de la verdad. Ahí, ilusión era más poderosa que los nervios.El reloj marca la una del mediodía cuando Marina Fullana -que estuvo en la cita burgalesa como bailarina el año pasado- y Laura Lliteras bajan del escenario. Sudorosas. Y felices. Concurren al certamen con Dosis, una obra que reivindica el papel de la mujer en la sociedad y pretende romper el techo de cristal que también limita su recorrido profesional en la danza.«La pieza habla de nuestra relación, de dos mujeres que son muy diferentes, pero a la vez no pueden vivir la una sin la otra. A la vez refleja cómo vemos el papel de la mujer en la sociedad, con los roles que no compartimos, las cosas que nos gustaría mejorar y aquellas por las que se debería luchar», se completan las frases la una a la otra y reivindican «mayor voz y poder».

Su coreografía, sin abandonar el humor, también mira al mundo de la danza, que no se libra de esta discriminación por sexo.«Hay muchas mujeres que se forman en danza. Somos mayoría en las academias y escuelas, pero a nivel profesional, si hablamos de nombres de grandes coreógrafas, hay muchas menos que de hombres y no porque no haya talento entre ellas», apuntan y observan que, aunque se mejora, aún queda mucho por hacer.

Ambas bailarinas y coreógrafas se conocen bien. Comenzaron su formación en el Institut del Teatre y en IT Danse y ahora, aunque mantienen su trabajo por separado en otras compañías, apuestan por su propio proyecto con esta primera producción, gestada en el año 2009 para un concurso en Mallorca. Después de unos años olvidada, hace unos meses la retomaron y trabajaron sobre ella hasta transformarla por completo para concurrir con ella en el SoloDos en Danza de Orense.La victoria en esta cita les dio alas para constituirse en asociación y crear su propia compañía, UnaiUna Danza.«Esperamos que siga creciendo», convienen en un deseo que ya tiene jirones de realidad pues, avanzan, su próxima propuesta dará un paso más aunando teatro, danza y música en directo. «Nos apetece investigar», apuestan estas mujeres dispuestas a romper las tornas en el mundo dancístico.

También son dos mujeres, Sandra Salietti y Ariella Casu, las que defienden sobre la tablas Keller, la pieza del coreógrafo italiano Giovanni Insuado. Los tres forman parte de la compañía de danza Mónaco de Baviera y, entre ensayo y ensayo, crearon esta propuesta. La presentaron hace unas semanas en el Festival Deltebre Dansa y decidieron ponerlo a prueba en el Burgos-Nueva York. Los concursos, apuntan, son el mejor escaparate. «Hay mucha gente que viene para ser vistos, para conocer a otra gente, ver qué panorama hay...», anotan y defienden la cita burgalesa como una ocasión inmejorable porque acuden espectáculos de todo el mundo.Y es que todas las herramientas parecen pocas para hacerse un hueco en este universo. Coinciden en señalar que para bailar sí hay oportunidades. El camino se complica cuando la inquietud es coreografiar. «Para crear tu propia compañía o proyecto necesitas más dinero y son muchos luchando por lo mismo», destacan sentadas sobre el pretil del río Arlanzón tras terminar sus ensayos y reconocen que como ahora se da más pie a la improvisación ese gusanillo pica pronto en los intérpretes.A Giovani Insuado le pasó y el resultado es Keller, un dúo para dos chicas que dan vida a «dos seres robóticos, uno que no está tan desarrollado que vive al lado de otro más evolucionado que él. Y lejos de chocar, conectan y se entienden, y ambos tienen la misma función».Ese mismo paso da el italiano Matteo Carvone, que en esos mismos momentos ultima The golden age. También forma parte de la compañía Mónaco y en el Burgos-Nueva York presenta este proyecto personal interpretado por Anna Calvo Gómez y Thomas Martino. Se inspira en la obra homónima del pintor del siglo XVI Lucas Cranach, que, dice el programa, «retrata una era mítica de felicidad y libertad en la que los hombres viven sin leyes, sin temor a peligros y sin necesidad de trabajar, en perfecta armonía con su entorno y con quienes les rodean». En ocasiones, la danza se aleja de la realidad para dibujar sueños ¿imposibles?

Agenda para hoy 

Taller de Danza Urbana. La compañía Getbak conduce un nuevo taller de danza urbana en el paseo de la Sierra de Atapuerca a las 12 horas dirigido a todos los públicos y con entrada libre.

Debate en el Salón Rojo. La periodista Marta Carrasco, miembro del jurado del Burgos-Nueva York, participa en un coloquio en torno al libro Historia de la danza, en el que ha participado junto a otras autoras. La cita será en el Salón Rojo del Principal a las 13.30 horas. Entrada libre.Semifinal de Moderna y Urbana. Las segundas semifinales de Danza Moderna y Contemporánea y Urbana se sucederán en el Principal (20 horas, 3 euros). En la primera categoría, hoy se la jugarán Business world, de Javier Guerrero (España); Charon, de Julia María Koch (Alemania); Moments.Past, de Joseph Toonga (Inglaterra); Birdy, de Hung-Chung Lai (Taiwán); Umbra, de Fabian Thomé (Francia); y Endless Fall, de Francesc Fernández y Jùlia Cortés (Alemania/España). Mientras que en Urbana, se verán Ymir, de Ugo Boulard; A risas, de Arias Fernández; y Kintsugi, de Moisés Moe. Tres propuestas de coreógrafos españoles.Semifinal de Vertical. La Danza Vertical vive su segunda semifinal en el Fórum Evolución (22.30 horas, 2 euros) con la interpretación de Identidad, de Jorge Martín Gutiérrez (España), y Gota de cristal, de Chantal Goudard (Francia).