El Correo de Burgos

Instituto de la Lengua

Destripadores de la España negra del Siglo de Oro

Una veintena de expertos en distintas materias abordan «cómo muere y cómo se mata la gente»

Díez Borque, Usunáriz y Mata Induráin, de i. a d., durante su intervención.-Israel L. Murillo

Díez Borque, Usunáriz y Mata Induráin, de i. a d., durante su intervención.-Israel L. Murillo

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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Una veintena de profesionales de distintas especialidades, antropólogos, historiadores, críticos literarios, sociólogos o lingüistas, se adentran en la España Negra del Siglo de Oro en el congreso La hora de los asesinos, que se desarrolla hasta hoy en el Palacio de la Isla orquestado por el Instituto de la Lengua y el Grupo Griso de la Universidad de Navarra.«Cómo muere y cómo se mata la gente nos parecía un tema interesante. Lo que pasa en la calle, en los palacios, en las plazas o en los sitios oscuros que había en el Siglo de Oro como ahora tiene ribetes de alta cultura, pero también de la popular. La realidad es lo que se puede tocar, pero también las imágenes que una sociedad proyecta de sí misma, lo que cree o por qué actúa así», traza un boceto sobre este encuentro el director del Grupo Griso, Ignacio Arellano.Antes, el director del Instituto de la Lengua, Gonzalo Santonja, ya había advertido que esta temática obedece a una necesidad de salir de la carretera habitual por la que se entra a esta época que es la de comedias de capa y espada, dramas de honor o autos sacramentales para coger otras alternativas entre las que la vía de la España Negra se presumía de las más sugerentes.El congreso evidencia que los ciudadanos del siglo XVI no son tan distintos a los de la actualidad. Las bajas pasiones siempre han estado ahí y suscitado el interés del público. «Entre nosotros y la gente del Siglo de Oro no hay tantas diferencias, se enamoraban, se desenamoraban, tenían intereses, celos, codicia...», observa Santonja.Y de ello dan buena cuenta los textos -historia, cartas, noticieros...- de la época como los avisos de Jerónimo de Barrionuevo, un clérigo que contaba lo acaecido en la Corte a través de cartas en las que gustaba de regodearse en los sucesos constatando que antaño como hogaño se mataba por celos, lujuria, rivalidades o por discusiones estúpidas; el teatro de Calderón, donde se puede rastrear la violencia contra la mujer; la novela de bandoleros; la relación entre poder y agresividad...La hora de los asesinos. Crónica negra del Siglo de Oro nace con ánimo de continuidad y cada edición dará lugar a una publicación editada por la Universidad de Navarra.Una de las posibles temáticas a tratar el próximo año gira en torno a la existencia del género negro en la literatura del Siglo de Oro. «Hay muchos episodios, quizás no se pueden denominar novela criminal, que es algo más moderno, pero sí se escriben muchos relatos sangrientos y truculentos», aventuró Arellano preguntado sobre esta temática en la cita que concluye hoy.

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