La Escuela de Música quiere más

Casi 200 historias de amor con la música comenzarán a escribirse este curso. Las aulas de la Escuela Municipal de Música servirán de escenario para tales idilios, del que los 23 profesionales que integran su equipo docente serán testigos, incluso instigadores. Casi 200 porque rondan tal cifra las plazas ofertadas para nuevos alumnos: 191 en concreto que «luego podrían incluso superarse, en función de huecos disponibles en distintos grupos por movimientos de última hora», explica Antonia Carmona, la directora del centro bautizado Antonio de Cabezón.

Se sumarán los que empiecen a los que prosiguen su formación y juntos llegarán al menos a los 650 alumnos del año pasado, un récord que aspiran incluso a batir si se mantiene la tendencia al alza registrada año a año desde que la Escuela Municipal de Música iniciaba su andadura, en 2009. Y quiere más. «Empezamos con 300 matrículas. Muchos interesados se quedaban fuera y el Ayuntamiento amplío el contrato para poder crecer y en ello estamos, con cifras notables de actividad para una ciudad de estas dimensiones que, además, tiene conservatorio y numerosas academias musicales», relata Carmona sin poder disimular la satisfacción.

La ‘carta’ de instrumentos también ha crecido y ha propiciado -o viceversa- una diversificación de la demanda que ilusiona a los profesores. «Desde que hemos dado a los niños la posibilidad de elegir el instrumento que quieren conocer a fondo, algo que antes, por ser prácticos, se hacía por sorteo, hemos visto que los intereses son muy variados, lo que demuestra que el trabajo previo de formación básica les cala y aviva sus inquietudes», explica la directora, que pone como ejemplo el interés que han ‘desatado’ -sin ser opciones masivas, todavía- el contrabajo, el clarinete o la trompeta. «Sin embargo, antes las formaciones se centraban en piano, guitarra y canto», precisa.

Esta flexibilidad es la última novedad incorporada en el funcionamiento de una Escuela Municipal de Música más que consolidada que, seguro, llenará sus grupos reservados a los más pequeños, confirmando que en Burgos la afición musical se hereda y se promueve. Hacerlo es tan sencillo como indican los requisitos y las bases para el proceso general de admisión en ambas sedes del centro, Bernardas y Gamonal.

El documento -que puede consultarse en la web www.escuelamusicaburgos.com así como los distintos planes de estudio, horarios y especialidades ofertadas- concreta que podrán presentar instancia (una por persona y para una de las sedes) toda persona a partir de cuatro años de edad. Se priorizará a los empadronados en la capital burgalesa.

En el portal citado figura el listado de vacantes en los distintos grupos infantiles o de adultos (a partir de 16 años). Para solicitar alguna de ellas -que se adjudicará por sorteo siempre que haya más demanda que oferta- ha de cumplimentarse el formulario oportuno y presentarlo antes de mañana jueves a las 20.30 horas en la secretaría del Convento de Bernardas. Junto a este documento se presentará otro que acredite la edad.

Una vez publicado el listado de solicitantes y celebrado el sorteo se publicará el 15 de septiembre la relación de admitidos. La matrícula se formalizará entre el 18 y el 21 de septiembre, entre las 16 y las 21 horas. El curso dará comienzo el día 25.

Con todo, Carmona recuerda que también existe cierta «flexibilidad, con condiciones», siempre que la ocupación lo permita, y no haya lista de espera como se logró el año pasado sin ir más lejos, para atender peticiones fuera de plazo. Por lo que advierte que hasta los más rezagados pueden tener su oportunidad de iniciar una de esas historias de amor por la música que propicia esta escuela y se cuentan por centenares.