Historia de la cigarrera adelantada a su tiempo

Salvador Távora, dramaturgo de dilatada trayectoria, escuchó muchas veces a su abuela la historia de Carmen, La cigarrera, con la que trabajó mano a mano en la fábrica de tabacos. Un relato que hablaba de una mujer adelantada a su tiempo, con arrestos para luchar por sus derechos como mujer, obrera, gitana y pobre. Una vida que el Premio Max de Honor 2017 llevó a escena en 1996 en un espectáculo de cante y baile flamenco arropado por la partitura de Bizet, la música en directo de la Banda de Cornetas y Tambores de la Esperanza de Triana de Sevilla y el trote de un caballo de pura raza española. Veinte años después de su estreno, con 26 países recorridos, 2,5 millones de espectadores y más de 3.000 funciones, llega al Coliseum el 21 de octubre (20 horas).«Venir a una ciudad cultural como Burgos nos pone», expresaba Jesús Cañas, productor del montaje, al tiempo que reconocía que se han encontrado problemas de acústica en el coso que esperan sean resueltos por sus técnicos, que, según apuntó ayer en la rueda de prensa de presentación, con peores casos se han topado y siempre han salido victoriosos. «Creo que lo podremos realizar en las condiciones más óptimas posibles. Lo desarrollaremos sin ningún tipo de problema», añadió.Las entradas cuestan 10 (para niños hasta 12 años con independencia de la ubicación), 20, 25, 30, 40, 50 y 60 euros y están a la venta en las taquillas del Teatro Principal, el día de la función en las del propio Coliseum, en El Corte Inglés y en la página web www.carmensalvadortavora.com. Además se pueden hacer reservas en el número de teléfono 681 659 480.Jesús Cañas observa que la Carmen de Salvador Távora no es una ópera al uso, «es más una fusión de cante, de baile, del sonido de las campanas, del olor a incienso...», y llama la atención sobre el objetivo del autor de hacer de esta historia un ejemplo de lucha por los derechos de la mujer y en contra de la violencia de género. «Aquí se minimiza la tragedia y se potencia a la mujer», expone seguro de que el público saldrá impresionado.El albero dibujará la figura de Carmen la de Triana, «orgullo de sus compañeras de trabajo en la fábrica de tabaco por su lucha, rebeldía y sublevación contra los convencionalismos sociales de la época que aplastaban la libertad y la dignidad de las mujeres trabajadoras», de esa mujer de «belleza y hermosura seductora» que Távora retrata al tiempo que escapa de la historia de violencia de género y de marginación sobre la que cargan las tintas las muchas versiones que se han hecho de esta obra a partir del libreto de Meilhac y Halévy, basado en el libro homónimo de Mérimée.El dramaturgo sevillano buceó en la documentación de la época para apuntalar las palabras recordadas de su abuela y, como explica en la página web del espectáculo, ejerce su «derecho a limpiar con nuestro propio lenguaje, una leyenda que forma parte de nuestra historia, desdibujada entre bandoleros, pillos, navajas y toreros de pitiminí, y que por su importante incidencia en el campo del arte escénico, enterró la austera y grave imagen de nuestro pueblo».Tras bañarse a orillas del Arlanzón, la producción seguirá su periplo por España durante 2018 para moverse en Europa los dos años siguientes y desplegar su poderío en Asia en 2021 y 2022 y saltar a Sudamérica con un ejemplo de lucha en el equipaje.